Marcos Galperín se mira en un espejo multimillonario de Alibaba para crecer

Para competir, MercadoLibre no apunta los cañones contra el modelo Amazon. Mira a su par chino, Alibaba, y a su ecosistema de compañías para seguir su camino y convertirse también en un player fintech.

En tecnología existe una máxima no escrita, un dogma por el que viven las empresas que quieren competir en las grandes ligas: no sobrevive la compañía que mayores retornos les da a sus accionistas en el corto plazo sino aquella que se adapta mejor al cambio. En términos futbolísticos: no importa perder el clásico del domingo, lo importante es competir en todos los torneos y llevarse la copa. 

Pocos entienden la importancia de esta flexbilidad como Marcos Galperín. El fundador y CEO de MercadoLibre habla poco on the record pero en su discurso público se advierte algo de esa intuición para jugar a largo plazo, no solamente en su mercado natural —MercadoLibre es el marketplace más grande de América latina— sino también en otros, nuevos. En una entrevista que dio a Bloomberg este año dijo: “Ahora también somos la plataforma de pagos más grande de la región. Damos créditos y estamos ayudando a construir un sistema para que, incluso las personas no bancarizadas, puedan tener el beneficio de ganar interés sobre sus ahorros . 

En otras palabras: hoy, el foco de expansión del modelo de negocios no está en el e-commerce solamente sino también en su negocio fintech, una categoría que, según la Cámara Argentina Fintech, crece a tres cifras en el país año contra año y que, de acuerdo a una encuesta de la consultora PwC, se está comiendo al mundo: 88 por ciento de las empresas financieras tradicionales piensa que están perdiendo terreno ante la innovación que plantean estos nuevos animales financieros. En este camino de descubrimiento, MercadoLibre aprendió algunas lecciones no de Jeff Bezos —el magnate dueño del todopoderoso pulpo Amazon— sino de su par chino, el ahora retiradoJack Ma

 

Ser o no ser

MercadoLibre no es un supermercado. No es, tampoco, un servicio de streaming de contenidos propios. Tampoco da servicios en la nube para terceros. Esas tres categorías que hoy definen el modelo de negocios de Amazon en todo el mundo —con Whole Foods, el supermercado orgánico que compró en 2017; Amazon Prime Video, su respuesta a  Netflix; y Amazon Web Services, que da servicios de almacenamiento y data center en la nube— no parecen ser las que, en Mercado Libre, miran con mayor atención.

Aunque en la Argentina empiecen a llegar los rumores de una renovada competencia entre los dos —la apertura de un nuevo centro de distribución de 30.000 metros cuadrados el año que viene, en el Mercado Central, no es casual y apuesta a hacer más robusta la última milla, clasificando, dicen, 300.000 paquetes por día de forma automatizada— hoy, el foco de expansión de MELI está también en el mundo financiero. Lo dice, pragmático, Sean Summers, VP de Marketplace de la empresa para el mercado local: “Nuestro juego sigue siendo el e-commerce porque hoy solo 4 por ciento de las compras se hacen online. Pero llegar al otro 95 por ciento implica tener soluciones en toda la cadena. Por eso, en el último tiempo también nos centramos en las finanzas: llevar los pagos online al mundo físico nos permite ampliar ese alcance .

El espejo en el que parece mirarse la empresa de Galperín está más lejos, en China. Allí el grupo Alibaba, fundado en 1999 por el exmaestro de inglés Jack Ma, es un tanque del e-Commerce y las finanzas. Su Oferta Pública inicial (OPI) en 2014 fue la más grande de la historia: amasó US$ 24.000 millones y su valuación llegó, en enero de este año, a la marca de US$ 500.000 millones, la segunda empresa asiática en lograrlo detrás de Tencent. Palabra aparte merece AliPay, la fintech del grupo: fundada en 2004, a la par de MercadoPago, logró su status de empresa spin off en 2010 bajo el paraguas de Ant Financial, pata financiera del grupo. La operación, controversial para la época, les salió bien: hoy, controlan la mitad del mercado de pagos online de China con unos 300 millones de usuarios en su plataforma que ofrece, además, la posibilidad de habilitar pagos usando tecnología de reconocimiento facial. 

A mediados de este año logró otro hito: se convirtió en la fintech —y empresa unicornio— más valuada del mundo, en US$ 150.000 millones, superando, incluso, a Goldman Sachs (en US$ 88.000 millones). Sus servicios financieros no se limitan solamente al mundo de los pagos: también da préstamos y opciones de inversión en fondos comunes a través de dos marcas, Zhima Credit y Yu’e Bao. 

“El modelo Alibaba más AliPay es perfecto para quien quiere ser exitoso en el mundo fintech, ya que presenta una mezcla equilibrada de pagos con marketplace. El modelo de MELI más Mercado Pago tiene similitudes con otros marketplaces, pero creo que Mercado Libre le puso el sazón latino a esos pagos , explica el economista Ariel Setton. Y añade que quizás la movida más “asiática de Mercado Libre haya sido lanzar, a través de Mercado Pago, los códigos QR para pagos en comercios físicos, una característica que la aplicación adquirió este año: “Es su propuesta de valor más revolucionaria. No fue una novedad para el mercado porque su desarrollo se hizo con acuerdo explícito de interoperabilidad entre compañías que ofrecieran pagos con QR, en el marco de mejoras en innovación impulsadas por el Banco Central  (BCRA). Esto significa que, sin importar cuántos jugadores estén en el mercado, los comercios van a tener un único código QR que represente a todas. Esto no pasa en Asia: hay lugares que tienen hasta cinco códigos QR diferentes: uno es AliPay pero hay otros players relevantes, como WeChat . 

Osvaldo Giménez, VP de Mercado Pago, y Sean Summers, VP de Marketplace de Mercado Libre.

Osvaldo “Ozzy Giménez es VP de Mercado Pago y entiende que no es solo Silicon Valley el lugar al que miran para buscar la mejor innovación. “Hoy, en la región, hay cientos de millones de personas que no tienen acceso a servicios financieros de manera eficiente y barata. En China, que tiene una población enorme, allanaron mucho el camino: no vas a ningún lado con efectivo, todo se maneja con códigos QR. Para el comercio se abren oportunidades porque lo único que necesita es bajarse una app para aceptar métodos de pago. Durante décadas, el norte tecnológico estuvo en California. Hoy, en pagos, ese norte cruzó el Pacífico y está en China . Summers concuerda: “Tomamos inspiración en lo que pasa afuera. Vemos lo que pasa en todos lados y tratamos de ver qué se puede aplicar acá; si funciona, lo hacemos . 

Así, 2018 parece haber sido el año más “fintech de la compañía. No solo lanzó los famosos códigos QR —con acuerdos y promociones con socios estratégicos como YPF o Tea Connection— sino también Mercado Créditos, que permite invertir los saldos disponibles en las cuentas de Mercado Pago en opciones más sofisticadas de inversión, como fondos comunes. “No tomamos depósitos, no hacemos intermediación financiera, por eso no somos un banco hoy. Cuando damos créditos lo hacemos con capital propio o a través de un fideicomiso. En definitiva, somos una empresa de tecnología y lo que hacemos es crear una interfaz eficiente para que el usuario pueda mover sus fondos , dice Giménez. 

De alguna forma, es un guiño a sus pares fintech y también a sus socios en los bancos. No son tomadores de depósitos, por lo que gozan de la falta de regulación del BCRA. Summers, diplomático, dice: “Complementamos al sistema financiero . 
En el sector son optimistas con el avance de Mercado Pago aunque lo miran de reojo. Juan Pablo Bruzzo, cofundador de Moni y presidente de la Cámara Argentina de Fintech, entiende que el trayecto de Mercado Pago presta similitudes al de AliPay y agrega: “El mercado todavía es chico. Tener a un player grande empujando ayuda a que todo el segmento crezca. Que las empresas chicas puedan ser compradas por jugadores más grandes también incentiva el pulso emprendedor. Hablar de posiciones dominantes es adelantarse; hay nichos inexplorados que permiten diferenciarse . 

Esa búsqueda de diferencial es lo que hace que Mercado Libre sea un player tan agresivo en el mercado fintech: tiene, más que cualquier otro, datos de los usuarios que ayudan a la empresa a crear un mejor perfil crediticio. “Conoce el perfil del comprador y vendedor en base a sus compras y ventas pasadas; conoce cuánto tiempo mantiene el dinero en cuenta y, por lo tanto, puede perfilar mejor sus créditos. Además, tener la opción de créditos integrada en la plataforma de e-commerce ayuda a la conversión, por lo que la primera mitad del esfuerzo comercial —traer al cliente— ya está resuelta , señala Setton. Galperín ya se lo había reconocido a Bloomberg: “Vemos todo el comportamiento de nuestros usuarios online porque reciben pagos usando nuestra plataforma. Hoy, están siendo ignorados por los bancos. Usando inteligencia artificial podemos manejar un nivel de riesgo cómodo para nuestros inversores . 

“No te fijes en la competencia; fijate en lo que quieren tus clientes , es una de las frases de liderazgo de cabecera de Jack Ma. Con su guiño mandarín, Galperín parece haber leído del mismo libro.  

 

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Nota publicada en la edición 299 (noviembre/2018) de APERTURA.

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