"Las políticas muy fiscalistas espantan la llegada de nuevas inversiones"

Alberto Albamonte, al frente de la cadena Howard Johnson para la Argentina, Uruguay y Paraguay, considera que debe haber "una baja de impuestos y un aumento de la productividad" para que lleguen más inversiones y baje el desempleo. La cadena esta en pleno proceso de expansión, con 37 hoteles operativos, 25 en construcción con $ 2200 millones de inversión y 17 bajo análisis, todos a cargo de socios desarrolladores locales

Al frente de la cadena Howard Johnson en el país, que cuenta con 37 hoteles operativos y 25 en construcción, Alberto Albamonte es optimista de cara al futuro. Confía en el equipo que está al frente del Ministerio de Turismo y cree que la forma de bajar el desempleo es con más inversiones. Pero, para que eso suceda, considera que es necesaria una baja impositiva, con mayor productividad. Los planes de la cadena, que pertenece al gigante grupo Wyndham Hotels, son ambiciosos. "Acabamos de abrir un cuatro estrellas en Ciudad del Este, Paraguay, de 80 habitaciones, y otro en Carrasco, Uruguay. Tenemos 37 hoteles abiertos, 25 en construcción con $ 2200 millones de inversión, a cargo de desarrolladores locales. Y otros 17 bajo análisis", destacó Albamonte, alejado de la política, tras dos mandatos como diputado entre 1987 y 1995 por la UCeDé y amigo de Carlos Menem.

¿Cómo está la ocupación?
Bien. Tenemos una media de 80%, similar a 2015. Casi todos los hoteles trabajan con un 70% de mercado corporativo y un 30% de turistas, los fines de semana. Logramos una gran participación con sistema de reservas propio, sin comisión, y un sistema que nos permite ser muy eficientes en stock y tarifas. Sólo es baja en Buenos Aires en enero y febrero, se siente la desaparición de turistas de Brasil. En los primeros cuatro meses bajó el corporativo, pero luego volvió a subir.

¿Se recuperaron las tarifas?
Mejoraron en algo, pero bajó la rentabilidad, porque se sintió mucho la inflación. Las tarifas están en pesos. Pero somos optimistas porque una convención en un hotel rinde mucho, la gente se aloja y es más económico que en otros lugares.

¿Qué planes tienen para 2017?
Esperamos abrir de ocho a 10 hoteles, que ya están en marcha. Dos con la marca Days Inn, también de Whyndam, en La Plata y Zárate. Compramos la exclusividad de la marca para la Argentina. Son hoteles ubicados en autopistas, de paso, con menos servicios que los Howard Johnson (HJ). Creo que este Gobierno le pondrá énfasis a inversiones en infraestructura, son necesarias, hay rutas que son trampas mortales. Los nuevos HJ estarán en La Plata, donde habrá un resort para convenciones; en Dolores, que tendrá el parque termal más cercano de Buenos Aires; San Rafael, Mendoza; Cinco Saltos, Río Negro, Mar del Plata y dos en Neuquén, uno en Vaca Muerta.

¿Cayó mucho la rentabilidad?
No tenemos ningún hotel deficitario, porque tenemos tendencia a reducir costos claves; la rentabilidad cayó un poco porque las tarifas no acompañaron el aumento de costos; fijamos una tarifa que el público esté dispuesto a pagar. Cayó en los últimos dos años, aunque no de manera significativa. Algunos de los nuevos hoteles repagan la inversión en cuatro años y medio, otros en ocho.
¿Qué expectativas tiene para 2017 en turismo?
La Argentina tiene un gran potencial económico, que fue desperdiciado. La hotelería debe ser considerada una industria de exportación, por los extranjeros. Derrama hacia otros rubros: espectáculos, comercios, gastronomía, excursiones. Hicimos un estudio que indica que sólo el 22% de los gastos queda en el hotel. El resto va a otros servicios. Tenemos una participación pequeña en el mundo, viajan 1000 millones de personas, no somos ni el 1%, que sería el objetivo, superar los 10 millones. Tengo confianza en la gente que está en Turismo, a (Gustavo) Santos lo conozco mucho. Mi presagio es que en 10 años la Argentina va a tener en el turismo su mayor ingreso.

¿Cómo ve la economía?
Tengo muy buenas expectativas. Subsisten desequilibrios, el gasto público es enorme y no siempre productivo. Los impuestos deben volver en salud, infraestructura. La única forma de bajar la desocupación es generar inversiones. Pero las políticas muy fiscalistas espantan la llegada de nuevas inversiones. Debe haber una baja de impuestos y un aumento de la productividad. Los costos argentinos son altos, puertos antiguos, rutas en mal estado.

¿Cuál es su opinión del primer año de Macri?
Se cometió un error al empezar con tarifazos y ajustes y no explicitarlo de antemano. Se tendría que haber hecho un diagnóstico de cómo se recibió el país. Las tarifas tienen que reflejar el costo real de extracción, con un margen para poder seguir explorando. Pero tengo expectativas muy favorables, porque hay gente muy capacitada.

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