Fondos de China y EE.UU. compraron el Cirque Du Soleil en u$s 1500 millones

El Cirque du Soleil fue vendido finalmente a un consorcio encabezado por la firma de inversiones estadounideses TPG y la china Fosun, anunció ayer el grupo canadiense de espectáculos circenses.
Los compradores quieren expandir el célebre Cirque du Soleil en China, indicó el grupo en un comunicado. TPG detentará una participación "mayoritaria" en la empresa, mientras que su fundador, Guy Laliberté, conservará una participación minoritaria y seguirá contribuyendo a la dirección estratégica y artística.
Las modalidades de la transacción -el monto y cómo se repartirá el capital entre los inversores- no fueron develados. De todas formas, según indicaron el lunes los diarios The Globe and Mail y La Presse la transacción ascendería a unos u$s 1500 millones y el fondo TPG tendría una participación de aproximadamente 60% en la empresa.
En tanto, de acuerdo a La Presse, el fondo chino Fosun Capital, que compró recientemente el Club Méditerranée, se quedaría con una participación de alrededor de un 20%. Del resto, 10% quedaría en manos de Guy Laliberté y el otro 10% en la Caisse de Depot et de Placement de Quebec, caja de depósitos e inversiones de la provincia francófona. Laliberté era dueño del 90% del Cirque du Soleil y el resto estaba en poder de inversores de Dubai.
La venta del Circo del Sol po
ne punto y casi final a una increíble aventura iniciada hace poco más de 30 años por un artista callejero, y dos amigos. Cuando Laliberté, Gilles Ste-Croix y Daniel Gauthier crearon en 1984 el espectáculo, el primero era un "tragafuego" y los dos últimos gestionaban un hostal para jóvenes artistas en la provincia canadiense de Québec.
Y, aunque el excéntrico multimillonario Laliberté, conocido también por su afición al póker profesional y por ser uno de los primeros turistas espaciales, se ha convertido con el paso de los años en el "alma mater" del Cirque, la verdad es que fue Ste-Croix quien tuvo la idea original. Según contó el propio Ste-Croix en una entrevista en 2009 a la revista Coast, tras vivir en una comuna hippie en 1979 y trabajar recogiendo manzanas, decidió crear un grupo de artistas callejeros, para lo cual consiguió una subvención del Gobierno de Québec de u$s 75 mil.