EL DEPARTAMENTO DE JUSTICIA ORDENÓ DESINVERTIR U$S 9000 MILLONES EN ACTIVOS

EE.UU. autoriza la fusión Bayer-Monsanto e impone una desinversión histórica

Bayer ya se desprendió de la totalidad de sus negocios de semillas de algodón, canola, soja, agroquímicos y herbicidas que compiten con Monsanto

Bayer consiguió ayer la aprobación de las autoridades regulatorias de los Estados Unidos para su compra pendiente de la gigante Monsanto, bajo la condición de que venda cerca de u$s 9000 millones en activos, dijo el Departamento de Justicia.

De ese modo, el Ejecutivo norteamericano despejó el mayor obstáculo para la transacción pactada en u$s 62.500 millones.

La desinversión requerida por las autoridades estadounidenses debe "alinearse estrechamente" con las ventas de activos que pide la Unión Europea, de acuerdo a una fuente cercana al compromiso entre Bayer y el Gobierno en Washington.

Makan Delrahim, quien encabeza la división antimonopolio del Departamento de Justicia, dijo que las ventas de activos acordadas con Bayer representan "la mayor desinversión jamás exigida por los Estados Unidos".

En acuerdo con los reguladores en varias partes del mundo, Bayer ha accedido a desprenderse de la totalidad de sus negocios de semillas de algodón, canola, soja y otras unidades agrícolas y digitales de la industria, además de su herbicida Liberty, que compite con la marca Roundup de Monsanto.

Las ventas de activos de Bayer incluyen negocios de químicos y semillas con ingresos por 2200 millones de euros (u$s 2600 millones) a su rival BASF en una transacción por 7600 millones de euros.

La compañía alemana dijo en un comunicado que esperaba que Bayer y Monsanto comiencen el proceso de integración tan pronto como se complete la venta de BASF, que se espera tome unos dos meses.

El presidente y consejero delegado de Monsanto, Hugh Grant, anunció a principios de mes que abandonaba la dirección de la compañía, en la que ha desarrollado una carrera de 35 años, ocupando desde 2003 el cargo de máximo ejecutivo, una vez se haya completado su fusión con la alemana Bayer.

El conglomerado ya había anunciado que estaba en vías de concretar el acuerdo. Si la operación no puede cerrarse para el 14 de junio, Monsanto podría retirar su autorización a la oferta de compra y buscar un precio más alto.

Bayer ya ha conseguido la luz verde en jurisdicciones como la Unión Europea, Brasil y Rusia. Además de los Estados Unidos, aún necesita la aprobación de reguladores de Canadá y México.

La semana pasada, Bayer dijo que las sinergias a partir de la fusión con Monsanto estarían unos u$s 300 millones por debajo de su cálculo anterior porque tendrá que vender más negocios de lo previsto inicialmente.

La adquisición y fusión entre Bayer y la norteamericana forma parte de un proceso de consolidación de la industria a nivel mundial, que alcanzó a las firmas Dow Chemical y Dupont y Syngenta y ChemChina.

El expediente de la fusión, todavía en trámite en diversos países, ya ha insumido unos 40 millones de páginas de presentaciones a autoridades antimonopolios europeas y estadounidenses. Europa Press calculó que sería equivalente a una montaña de papel 25 veces más alta que las torres de la Catedral de Colonia.

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