Desierto urbano: sólo diez mil autos podrán entrar el martes al Centro

La zona vedada para el tránsito de autos y motos en la Capital Federal se está transformando en el perímetro de la discordia.

La nueva zona restringida para la circulación de autos y motos en la Ciudad de Buenos Aires abrió otra grieta entre los porteños. Mientras los peatones festejan la pronunciada mejora para caminar en un área donde el tránsito era caótico y el gobierno celebra por los más de 10.000 conductores que ya tienen sus permisos de tránsito, los dueños de garajes y cocheras se declaran en crisis.

Sucede que el próximo martes, tras dos meses de aviso, comienzan a aplicarse multas de $ 1300 a los vehículos que ingresen sin permiso a la zona restringida de la Capital Federal llamada Centro Peatonal, un área que además está en pleno proceso de expansión.

La prohibición que regía en una zona del microcentro se amplió el 3 de abril hasta Santa Fe y hasta Belgrano, y continúa en Carlos Pellegrini y Bernardo de Irigoyen hasta Leandro N. Alem y Paseo Colón. Las avenidas que quedan incluidas en ese perímetro son de libre tránsito.

En el Gobierno porteño estiman que serán unos 20.000 los conductores que requerirán un permiso de circulación para ingresar en el Centro Peatonal, que se pide a través de un trámite que se realiza por internet con un costo anual de $ 1560.

Hasta ahora, fueron otorgados 10.234 permisos y hay 685 en proceso de aprobación. Para conseguirlos, es necesario alquilar una cochera o estacionamiento fijo dentro del perímetro y tener la constancia del propietario para que se otorgue, entre otros requisitos. También hay excepciones, como residentes en el perímetro que solo deberán registrarse gratuitamente en el registro, discapacitados, camiones de caudales y padres con hijos en colegios de la zona.

El objetivo oficial es cambiar el hábito de llegar al microcentro en auto y decidirse por transportes públicos y bicicletas, con una meta final de evitar la contaminación. Pero de la vereda de enfrente se encuentran los propietarios de estacionamientos, unos 300 que quedan comprendidos en el perímetro restringido y que según el presidente la Cámara de Garajes, Estacionamiento y Actividades Afines de la República Argentina (Cagesra), Eduardo Sánchez, ya registraron una caída de 50% en la llegada de clientes.

"La situación de los garajes es crítica. En muchos se está evaluando una reducción de empleados porque es muy difícil de sostener, y en los peores casos no hay posibilidad de subsistir", explicó a El Cronista.

La baja en el ingreso de autos en las calles internas de la zona que el gobierno calcula en cerca de 40% perjudicó a los garajes que se mantenían con las tarifas fraccionadas de clientes casuales. Hoy, mientras los estacionamientos de las avenidas donde está permitido circular cobran hasta $70 la hora y están colapsados por la alta demanda, en las calles restringidas se paga un promedio de $42 y la baja llegada de clientes provoca que los precios no se puedan ajustar.

Sánchez calcula que para pagarle a un empleado de un estacionamiento (que cuesta alrededor de $ 28.000 con cargas sociales) se necesitan unas 560 horas cobradas de estacionamiento. Una ecuación que a muchos propietarios de garajes no les cierra para sobrevivir.

La situación para los dueños de estacionamientos medidos empeorará cuando más cantidad de espacios queden incluidos en una próxima etapa. Será cuando en octubre se sume otro perímetro restringido en la zona de Tribunales, que comprenderá desde Cerrito hasta Montevideo, y Avenida de Mayo hasta Avenida Córdoba. En poco más de un año además, toda esta zona que completará el Centro peatonal porteño se verá afectada en una franja horaria mayor, de 9:00 a 18:00 todos los días hábiles.

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