Crece el conflicto en Cargill: producción afectada por dos plantas paralizadas hasta fin de mes

Por la suspensión en las plantas de Villa Gobernador Gálvez y Bahía Blanca se dejará de producir 11.000 toneladas de harina y hasta 3000 toneladas de aceite de soja diarios

Por segunda vez en dos semanas, la gigante multinacional cerealera Cargill volvió a paralizar sus operaciones en dos plantas de molienda de soja que opera en las localidades de Villa Gobernador Gálvez, en la provincia de Santa Fe, y en Ingeniero White, en Bahía Blanca.

La compañía informó que debido a los paros intermitentes, por los que no pudo operar de manera segura, se vio "obligada" a interrumpir la molienda hasta el 29 de abril inclusive. Ya había tomado una medida similar el 6 de abril pasado, también por la misma causa de "inseguridad", que se remonta a un conflicto gremial por el despido de 34 trabajadores con el objetivo de reemplazarlos por otros perfiles.

Se trata de dos plantas de molienda de soja en las que la compañía produce y embarca gran parte de su producción. En la de Gálvez, por la suspensión la compañía dejará de producir diariamente alrededor de 11.000 toneladas de harina de soja y un promedio de entre 2000 y 3000 toneladas de aceite de soja (además de entre 200 y 300 toneladas de pellets cáscara, que se destina a alimento balanceado), que son los volúmenes que en promedio viene trabajando la planta santafesina. La compañía afirmó que las actividades se reiniciarán recién el 30 de abril, en el primer turno correspondiente.

La decisión de ayer fue informada ayer antes de comenzar el primer turno de producción cuando se evitó el ingreso de los trabajadores a las plantas. Al igual que en la primera ocasión, el personal suspendido lo será sin goce de haberes por el lapso que dure la medida.

En un comunicado la compañía expresó que la causa son las malas condiciones que responden a "haberse reanudado los paros intermitentes", de duración variable y en distintas áreas de trabajo. "Se le han unido manifestaciones de violencia física, verbal y amenazas contra el personal de la empresa, dentro y fuera de sus instalaciones, por lo que la empresa se ve obligada nuevamente a interrumpir las operaciones de sus plantas", comentó.

Desde el Sindicato de Aceiteros de Rosario catalogaron la medida como un nuevo "lock out patronal". "Nuevamente Cargill pretende adoctrinar y disciplinar a los trabajadores. Nos mantenemos unidos frente a este nuevo embate patronal y exigimos la reincorporación de todos los compañeros despedidos arbitrariamente". Marco Pozzi, delegado de comisión interna expresó a El Cronista que están a la expectativa de la intervención de oficio del Ministerio de Trabajo de la provincia (Santa Fe), para que interfiera con la empresa, ya que con el sindicato las conversaciones están estancadas. De hecho, comentó que desde que comenzó el conflicto a principios de año se han convocado a reuniones en repetidas oportunidades y que la compañía sólo asistió a una sola.

En este sentido, el ministro de Trabajo provincial, Julio Genesini, confirmó que evalúan dictar una nueva conciliación obligatoria pese a que "la empresa no la acató durante unos días, por lo que en aquella oportunidad se hizo una constatación y hay un sumario en marcha". También desde Bahía Blanca, el prosecretario general del sindicato Diego Márquez, aseguró a Télam que harán una denuncia ante el Ministerio de Trabajo por el "lock out patronal", que deja suspendidos a 87 trabajadores.

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