Coches son amores: qué autos manejan los CEOs de automotrices cuando nadie los ve

En la semana, formales vehículos lujosos con alto nivel de seguridad. Pero para la vida personal y el disfrute del fin de semana, los presidentes de las automotrices se dejan tentar por deportivos veloces, clásicas coupés o muscle cars incomparables. Importados, de combustibles alternativos, algunos a los que sólo pocos pueden manejar

Los número uno de las automotrices en la Argentina recomiendan a sus clientes muchos de los modelos que producen, pero también son conductores y de los más exigentes, por lo que íntimamente tienen favoritos que por sus posiciones eligen manejar, y lo logran. Muchos CEOa del sector se trasladan en la semana con vehículos corporativos con alto nivel de seguridad y prefieren deportivos para su vida personal los fines de semana. Otros, los más fierreros, conducen sus propios autos sin distinción entre trabajo y familia, y se los puede ver llegar en ellos a reuniones a toda hora.

Cristiano Rattazzi, al frente de FCA en el país, no puede disimular su pasión por los autos veloces. "Las autos bajitos, para tomar curvas y contracurvas me encantan, pero no se aprovechan para usarlos en algunas ciudades que no tienen buena infraestructura", dijo. Ante la consulta de El Cronista aseguró que maneja dos vehículos en el país. Uno es la exclusiva, lujosa y potente Maserati Levante y el otro, un más discreto Cinquecento Abarth.

Para Daniel Herrero, titular de Toyota Argentina, el auto propio es también un objeto que supera la básica utilidad de traslado. Como una verdadera joya, Herrero maneja un Lexus GS sport 450, un refinado hibrido que no pasa inadvertido por las calles porteñas. Según le dijo a este diario, también disfruta de las coupés y deportivos. Conduce una Celica 92 con tracción integral turbo y se disputa con su familia el uso del Toyota 86.

Al frente de la región Mercosur de General Motors, el CEO Carlos Zarlenga se traslada por asuntos corporativos tanto en Brasil como en Buenos Aires en una camioneta Trailblazer blindada. Pero para su tiempo personal se inclinó por la estrella de los "muscle cars", un Chevrolet Camaro azul con 460 caballos de potencia, que llega de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 4 segundos. Una experiencia similar es la de Roland Zey, el nuevo presidente de Mercedes Benz Argentina, que en sus jornadas laborales se traslada en el auto de más alta gama que la automotriz alemana posee, un S500, mientras que para su vida personal los fines de semana aprovecha para manejar el fantástico deportivo GLC 43 AMG.

Comparte también la tendencia de los dos autos para diferentes traslados el presidente de Ford Argentina, Enrique Alemañy, quien permanentemente usa una pick up Ranger porque la considera ideal para ir a la playa y para el uso personal, y también como segundo auto alterna entre el sedan de alta gama Mondeo y el SUV Kuga.

Para el titular de Volkswagen en el país, Hernán Vázquez, la alternancia se da entre una Tuareg blindada de uso corporativo y un lujoso Audi Q7 3.0 que disfruta los fines de semana. También Gabriel Cordo Miranda, el número uno de PSA en Argentina (a cargo de Peugeot, Citroën y DS) utiliza formalmente un Peugeot 3008 GT Line, un vehículo portador de los últimos códigos de diseño de la marca, deportivo y con alta tecnología aplicada a la seguridad, pero los fines de semana, por tener una familia numerosa, maneja la Citroën Spacetourer, una confortable van con capacidad para ocho pasajeros.

Entre los presidentes de las automotrices hay también quienes usan un auto aprovechando su lanzamiento, incluso para probarlo. Como el presidente de Renault, Luis Fernando Peláez Gamboa, que maneja un Koleos gris, versión Intens 2.5 4WD CVT, que la compañía presentó 5)El número uno de PSA, Gabriel Cordo Miranda, maneja una amplia Citroën Spacetourer

el año pasado en el Salón del Automóvil de Buenos Aires y lanzó este año a la venta.

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