LA PROCESADORA BRASILEÑA DE CARNES NO RETOMÓ ACTIVIDADES TRAS LAS VACACIONES

Marfrig profundiza su crisis en el país y mantendrá cerrados dos frigoríficos

Se trata de los establecimientos de Santa Fe y Córdoba, que emplean a 1.000 trabajadores. Ambos operaban muy por debajo de su capacidad instalada

La brasileña Marfrig dedicada al procesamiento de carne profundizó su crisis en el país. En la última semana extendió la suspensión de actividades de dos plantas frigoríficas exportadoras que debían retomar actividades tras las vacaciones otorgadas a sus empleados.
Pero tanto la sede de Hughes, en Santa Fe, como la de Estancias del Sur, en Córdoba, prolongaron el freno de sus operaciones por otros 60 días, aunque tanto la empresa como el Sindicato de la Carne confirmaron que se paga la llamada garantía horaria, según publicó La Voz del Interior.
En suma, son casi 1.000 los empleos afectados por la situación, unos 500 en Hughes y 480 en Estancias del Sur.
En Estancias del Sur, la última de las suspensiones informadas, la compañía había despedido a unos 70 trabajadores en diciembre, cuando la empresa trabajaba a un 30% de su capacidad instalada.
Las exportaciones de carne desde la Argentina representaron en 2013 solo el 7% de la producción nacional total. Altos costos que redujeron la competitividad del país como proveedor sumado a retenciones sobre las ventas externas del 15% restaron importancia a un negocio que supo ser jugoso en el pasado, el de la exportación de carne de alta calidad al mundo.
En medio de la crisis, el ministro de Trabajo cordobés, Adrián Brito, se reunió con el director regional de Marfrig, Alain Martinet, al que pidió que las alternativas para compensar el deterioro del salario de los trabajadores, que cobran cerca de $ 2.700 por mes.
Una de las alternativas que se baraja es la venta de Estancias del Sur, y quien podría hacerse cargo es Juan Carlos Grimaldi, un histórico del sector, dueño de los frigoríficos Logros y Vare.
Marfrig puso un pie en la Argentina en 2006, cuando compró la planta de Hughes a Argentine Breeders and Packers (AB&P). Ese fue el inicio de una expansión que llevó a la firma a operar ocho plantas, de las cuales hoy mantiene operativa sólo una, en Villa Mercedes, San Luis. La firma había adelantado su intención de recortar operaciones el año pasado, y empezó por el establecimiento de Vivoratá, localidad cercana a Mar del Plata.
Con su plan de cierres, al que sumó los recortes en Estancias del Sur y de los negocios que poseía en feedlots, Marfrig esperaba en mayo pasado ahorrarse cerca de 30 millones de reales (unos u$s 13 millones).
Ambos frigoríficos pertenecían al paquete de Quickfood, dueña de la marca de hamburguesas Paty, que pasó a manos brasileñas en 2007, cuando Marfrig le compró la empresa a sus dueños argentinos, la familia Bameule.
Más adelante, en 2011, otra brasileña, Brasil Foods (BRF) se llevó los mejores negocios de Quickfood en una permuta de acciones obligada por la autoridad antimonopolio de Brasil. BRF se quedó con las marcas y las plantas de hamburguesas, salchichas, jamones y verduras de Quickfood en la Argentina, el frigorífico San Jorge (en Santa Fe), todos los depósitos y estructura de distribución.
Marfrig, por su parte, mantuvo cuatro plantas de faena y todo el negocio ganadero en el país, incluyendo un feedlot y un establecimiento en Uruguay.
El repliegue de esta compañía en el país se replica en el caso de su competidora y coterránea JBS, dueña de Swift, que tras un proceso de expansión en el país recortó actividades en los últimos años.
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