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En una muestra sin precedentes del asteroide Bennu, la NASA reveló la presencia de compuestos clave para la vida, incluyendo aminoácidos, nucleobases y minerales formados en agua salada. Estos hallazgos refuerzan la hipótesis de que los ingredientes esenciales para la vida se originaron fuera de la Tierra.

En un hallazgo astronómico, los científicos de la NASA descubrieron un entorno químico que pudo haber actuado como un "caldo" primitivo, capaz de impulsar reacciones moleculares complejas. "Las muestras de Bennu son fundamentales para nuestra comprensión de qué ingredientes existían antes de que comenzara la vida en la Tierra", aseguró Nicky Fox, de la NASA.

Según explica la fueste, la detección de amoníaco, formaldehído y sales como halita y silvita confirma que el sistema solar temprano estaba repleto de materiales con potencial biológico. Lejos de explicar la vida como un acto divino o el resultado exclusivo del Big Bang, la evidencia apunta a un origen químico, cósmico y compartido con otros cuerpos celestes.

Jason Dworkin sostiene un vial que contiene parte de la muestra del asteroide Bennu. Fuente: archivo.
Jason Dworkin sostiene un vial que contiene parte de la muestra del asteroide Bennu. Fuente: archivo.

La NASA descubre muestras de vida extraterrestres

Aunque no se encontró evidencia directa de vida, los primeros análisis de las muestras de Bennu sugieren que las condiciones necesarias para su surgimiento estaban presentes en muchos lugares del sistema solar.

Los científicos detectaron 14 de los 20 aminoácidos esenciales para la vida terrestre, así como las cinco nucleobases del ADN y ARN. Esta es la primera vez que se identifican en una muestra extraterrestre no contaminada, lo que representa una revolución en la astrobiología.

Las muestras contenían minerales que solo se forman cuando el agua salada se evapora lentamente, como la trona y la calcita. Estos rastros ofrecen pistas sobre la química y el entorno que prevaleció en Bennu hace millones de años. "Los datos de OSIRIS-REx añaden grandes pinceladas a una imagen de un sistema solar rebosante de potencial para la vida", dijo Jason Dworkin, del Centro Goddard.

El hallazgo amplía la posibilidad de que la vida se haya originado en otros planetas o lunas, más allá de la Tierra.

Los ingredientes cósmicos para la creación de la vida

Los resultados de las muestras de Bennu muestran que los bloques de construcción de la vida no son exclusivos de la Tierra. La detección de aminoácidos, formaldehído y amoníaco sugiere que estos compuestos podrían formarse naturalmente en condiciones presentes en otros cuerpos del sistema solar primitivo.

Danny Glavin, del Centro Goddard, explicó: "Las pistas que estamos buscando son muy minúsculas y se destruyen fácilmente con el ambiente terrestre. Por eso era fundamental traerlas intactas del espacio". Estas moléculas, al combinarse, podrían haber formado proteínas esenciales para las funciones biológicas.

El Universo. Fuente: archivo.
El Universo. Fuente: archivo.

Las sales espaciales son claves del entorno primitivo

La presencia de minerales como halita, silvita y trona indica que el asteroide albergó agua salada durante largos periodos. Estas sales sedimentadas permiten reconstruir un entorno acuoso favorable a la química de la vida, preservado en una cápsula del tiempo cósmica.

Según Tim McCoy, del Smithsonian, "estos artículos científicos se complementan para explicar cómo los ingredientes de la vida se unieron". El hallazgo de evaporitas completas en Bennu es único, pues nunca se había detectado un conjunto tan intacto en meteoritos que caen en la Tierra.

ADN extraterrestre: piezas sueltas de un gran rompecabezas

El descubrimiento de las cinco nucleobases esenciales del ADN y ARN confirma que el código genético tiene raíces cósmicas. Estas bases nitrogenadas almacenan información biológica en la Tierra, y su hallazgo en Bennu fortalece la teoría de un origen extraterrestre de los componentes de la vida.

El artículo en Nature Astronomy destaca que Bennu contiene una mezcla equilibrada de aminoácidos levógiros y dextrógiros, a diferencia de la vida terrestre que solo utiliza uno. "¿Por qué nosotros, hasta ahora, solo vemos vida en la Tierra?", se preguntó Dworkin. La respuesta aún está escrita en las estrellas.