

La muerte del papa Francisco este lunes 21 de abril, a los 88 años de edad, marca el inicio de un largo y regulado proceso para elegir un nuevo pontífice, cuyos tiempos estarán sujetos con el consenso entre los cardenales de todo el mundo.
La noticia fue confirmada esta mañana por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Iglesia Católica, quien verificó y oficializó el deceso del papa argentino.
Tras ello, el Vaticano lo compartió a través de un comunicado y un vídeo, mientras las campanas de la basílica de San Pedro comenzaron a tocar a muerto, en señal de luto.

Con la confirmación del fallecimiento se abre el periodo conocido como "Sede Vacante", durante el cual la Iglesia Católica queda sin un pontífice en funciones. En este tiempo, es el camarlengo quien asume el gobierno provisional.
El proceso para la elección del sucesor dependerá de la organización interna y de la rapidez con la que los cardenales lleguen a un acuerdo. Actualmente, el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, está convocando a los cardenales a Roma para conformar las "congregaciones", encargadas de definir los tiempos del protocolo y fijar la fecha del funeral.
La primera medida será dar sepultura a Jorge Mario Bergoglio. Mientras tanto, se procederá a sellar su apartamento en la residencia Casa Santa Marta -donde eligió vivir en lugar del Palacio Apostólico- y se destruirá el Anillo del Pescador, símbolo de su autoridad.
La Iglesia Católica entrará entonces en los "Novendiales", un periodo de nueve días de luto en el que el cuerpo del papa será expuesto a los fieles.
Posteriormente se celebrará el funeral, que tradicionalmente tiene lugar en la plaza de San Pedro, aunque el Vaticano aún debe confirmar los detalles.
Cabe recordar que el propio Francisco había dispuesto una simplificación de los ritos funerarios, por lo que su cuerpo será velado en la capilla y no en su habitación, y no se expondrá sobre un catafalco, sino dentro de un ataúd abierto.
El papa también expresó en vida su deseo de ser enterrado en la cripta de la basílica romana de Santa María La Mayor, donde se encuentra el icono mariano 'Salus Populi Romani', por el que sentía profunda devoción. La fecha del entierro aún no fue anunciada.
Finalizados los ritos funerarios, se convocará al cónclave, el proceso mediante el cual los cardenales menores de 80 años se encierran en la Capilla Sixtina para elegir un nuevo papa. Según la normativa vaticana, este deberá celebrarse en un plazo máximo de 20 días tras la muerte del pontífice.
La duración del cónclave es incierta, ya que dependerá del nivel de consenso alcanzado entre los cardenales. Una vez elegido el nuevo papa, el mundo será notificado mediante la tradicional fumata blanca: el humo blanco que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina.
Fuente: EFE




