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Desde que estalló la guerra el 13 de junio de 2025, Israel e Irán se han lanzado ataques que ya no parecen contenerse en las fronteras de lo convencional. El mundo entero observa, conteniendo el aliento, mientras se despliega una danza de misiles, drones y declaraciones que huelen a Apocalipsis.

En este escenario bélico, se menciona una palabra con un peso bíblico muy fuerte que toma relevancia, pero también es estratégico y letal: la "Opción Sansón". Esta doctrina de defensa, que Israel nunca confirmó pero que todos temen que esté lista para activarse, establece que, si el Estado judío enfrenta su destrucción, arrastrará consigo a sus enemigos.

Ilustración biblíca de Sansón. Fuente: Shutterstock.
Ilustración biblíca de Sansón. Fuente: Shutterstock.Fuente: ShutterstockShutterstock

Como Sansón en el templo filisteo, Israel se inmolaría aplastando también a quienes lo amenazan.

Pero esta vez el templo no es de piedra, y los pilares son nucleares y las armas letales. Según diferentes fuetes, Israel posee 90 ojivas listas para ser lanzadas, y otras nueve en producción, pero cuidado, porque el país hebreó no firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear, TNP.

Aún así las tiene y su alcance, según los expertos, podría reducir a escombros a Teherán, Damasco, Bagdad y más. ¿Es solo disuasión o una advertencia en cuenta regresiva?

El legado bíblico de Sansón: el mito que guía el arsenal israelí

Sansón, el juez bíblico, no pidió ayuda ni misericordia cuando lo capturaron. Clamó: "Que muera mi alma con los filisteos", y derrumbó el templo sobre sí mismo y sus enemigos.

Defensa de Israel. Fuente: Archivo.
Defensa de Israel. Fuente: Archivo.Fuente: ShutterstockShutterstock

Esa narrativa, más que un eco del pasado, se convirtió en una idea fundacional de la resistencia israelí. Entonces, la Opción Sansón podría ser sin duda más que una estrategia para convertirse en una promesa grabada en el subconsciente del poder nuclear israelí. No se trata de ganar. Se trata de que el enemigo no sobreviva para celebrar.

En este momento, con Irán lanzando una lluvia masivad de misiles sobre el cielo israelí, y con figuras clave como el general Mohammad Bagheri ya eliminadas, el país se declaró en "estado de emergencia total".

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, con tono desafiante, advirtió que Israel tiene "lo necesario para defenderse... o arrasar". No lo dijo con palabras religiosas, pero el relato bíblico está detrás de cada amenaza, cada bomba y cada silencio diplomático.

Medio Oriente al borde del abismo: ¿la Tercera Guerra Mundial empezó en junio?

Israel atacó las plantas de Natanz, Isfahán y Fordow, alegando que eran centros de enriquecimiento de uranio con fines bélicos.

Irán respondió con una lluvia de drones, pero Isarel cuenta con un sistema sofisticado de seguridad, entre ellos, el Domo de Hierro, la Honda de David y el Sistema Arrow.

El conflicto escaló tan rápido que analistas como Shlomi Binder ya lo llaman una "campaña existencial". Lo que hace meses era un escenario hipotético hoy es una posibilidad concreta: el uso real de armas nucleares en Medio Oriente.

El mundo contiene el aliento porque sabe lo que vendría después. Una sola detonación podría desencadenar alianzas, represalias, caos. Estados Unidos, Rusia, China y países petroleros del Golfo Pérsico y Medio Oriente en General: todos con los dedos cerca de sus propios botones.

Y mientras se multiplican las cumbres de emergencia, la estrategia de la Opción Sansón permanece en las sombras, cargada de simbolismo, urgencia... y rabia.

El fin desde adentro: la estrategia que lo destruye todo, incluso a sí misma

La Opción Sansón, más que una vertiginosa y literal amenaza nuclear, puede verse hoy como una forma de decir: "Si Israel cae, todos caen con él". ¿Muy fuerte no?

Es fue la última línea en el guion de la disuasión, la página final en un libro que podría acabar con millones de vidas en la actual guerra entre Israel e Irán. En una región marcada por el martirio y la memoria, esta estrategia se alimenta de fe, trauma y una convicción letal: mejor el fin del mundo que otro Holocausto. Y como todo en la Biblia, no es solo historia. Es advertencia.