

En el corazón de nuestra galaxia se esconde una fuerza descomunal que lleva miles de años en silencio. Se trata de Sagitario A, un agujero negro supermasivo con una masa equivalente a cuatro millones de soles, que permanece en un estado de relativa calma.
Sin embargo, los astrónomos internacionales ya calcularon cuándo volverá a activarse, desatando una cantidad masiva de radiación que transformará por completo el centro galáctico.
Este evento cósmico está directamente vinculado a una colisión inevitable con otra galaxia, un choque que redefinirá el futuro de la Vía Láctea tal como la conocemos.
El choque galáctico que activará al gigante dormido: 2.000 millones de años para el despertar
La reactivación de Sagitario A no sucederá mañana, pero el reloj cósmico ya está en marcha. Dentro de aproximadamente 2.000 millones de años, la Vía Láctea colisionará con la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana ubicada actualmente a unos 200.000 años luz de la Tierra.
Esta interacción gravitatoria canalizará enormes cantidades de gas hacia el centro de nuestra galaxia, alimentando al agujero negro que se transformará en un núcleo galáctico activo. Cuando esto ocurra, el material caerá formando un disco de acreción donde las temperaturas alcanzarán millones de grados y la materia girará a velocidades cercanas a la de la luz, emitiendo radiación en múltiples longitudes de onda.

Radiación cósmica extrema: qué pasará cuando Sagitario A* vuelva a devorar materia
Una vez despierto, Sagitario A se convertirá en una auténtica central energética galáctica.
La astrofísica Nathalie Degenaar explica que la materia que caiga hacia el agujero negro emitirá calor en forma de luz visible, pero también irradiará en longitudes de onda ultravioleta, de rayos X e infrarrojas.
Además, muchos agujeros negros activos lanzan verdaderos cañones cósmicos de partículas y energía que se extienden miles de años luz por el espacio, remodelando completamente su entorno. Este proceso no es nuevo: observaciones recientes del telescopio IXPE de la NASA revelaron que hace apenas 200 años, Sagitario A experimentó una erupción menor, y erupciones anteriores más potentes dieron origen a las misteriosas Burbujas de Fermi.

¿Estamos en peligro? La distancia que nos separa del apocalipsis galáctico
Aunque el escenario suena apocalíptico, los científicos son claros: la humanidad no corre peligro inmediato. Sagitario A se encuentra a más de 25.000 años luz de la Tierra, una distancia que, según el astrofísico Joseph Michail, es sustancial incluso en términos astronómicos.
El profesor Carlos Frenk de la Universidad de Durham confirma que el núcleo galáctico activo desencadenado por la fusión con la Gran Nube de Magallanes no será lo suficientemente potente como para representar un peligro grave para la vida terrestre.
La radiación perderá intensidad durante su viaje, y la Tierra estará protegida por múltiples capas: nuestra atmósfera, el campo magnético planetario y el propio disco de gas galáctico que absorberá gran parte de la energía letal.




