

El Gobierno de Italia, dirigido por Giorgia Meloni, aprobó mediante un decreto una reforma que limita el acceso a la ciudadanía italiana a los extranjeros. Se trata de políticas que impone nuevos requisitos y procedimientos para obtener el pasaporte europeo.
Hasta antes de estas modificaciones, cualquier extranjero que pudiera demostrar tener un ancestro italiano vivo después del 17 de marzo de 1861 podía solicitar la ciudadanía de Italia por ius sanguinis. Pero a partir de ahora, las autoridades han impuesto mayores restricciones.
De todas formas, el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani, aclaró que "el principio del derecho de sangre no será abolido y muchos descendientes de emigrantes podrán obtener la nacionalidad italiana". Pero aclaró que "se establecerán límites precisos, especialmente para evitar los abusos o la comercialización de los pasaportes italianos".
Quiénes podrán solicitar la ciudadanía italiana
De acuerdo con las declaraciones del ministro, "los motivos La nacionalidad debe ser una cosa seria". Es así que el Gobierno italiano busca evitar fraudes y mejorar la transparencia el proceso para obtener la ciudadanía italiana.

Italia concede la nacionalidad, entre otros criterios, con el principio Ius Sanguinis, es decir, por descendencia o filiación. Es por eso que extranjeros descendientes de antiguos emigrantes italianos podrán reclamar la ciudadanía, siempre y cuando tengan un padre o abuelo nacido en el país.
De acuerdo al cálculo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia, con la ley anterior, entre 60 y 80 millones de personas en el mundo podían reclamar la nacionalidad italiana, lo que saturaba los consulados extranjeros.
Estos son los nuevos requisitos para acceder a la ciudadanía de Italia
Es por ello que a partir de ahora los descendientes de italianos nacidos en el extranjero solo recibirán la nacionalidad automática durante dos generaciones: es decir, si al menos un progenitor o un abuelo han nacido en Italia.
"Lamentablemente en los últimos años ha habido abusos que iban más allá del verdadero interés por nuestro país", indicó Tajani. Durante la presentación de estas nuevas políticas en rueda de prensa, el Ministro mostró algunos anuncios en español que ofrecían cursos para obtener la nacionalidad italiana prometiendo "salida laboral inmediata". "Esta reforma quiere proteger a quienes quieren ser italianos en el extranjero", valoró.
Como parte de las medidas, "se impondrá a los ciudadanos nacidos y residentes en el extranjero y naturalizados italianosmantener lazos reales con el país, ejerciendo los derechos y los deberes de los ciudadanos al menos una vez cada 25 años".
La tercera y última fase de la reforma obligará a los interesados en obtener la nacionalidad italiana a presentar su solicitud ante un ente del Ministerio de Exteriores y ya no podrán hacerlo en los consulados.




