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Un descubrimiento en Sudáfrica dejó a los científicos sin palabras: pinturas rupestres de hace más de 200 años muestran a un animal con colmillos enormes, garras devastadoras y un tamaño comparable con el de un elefante.

Para los investigadores, podría tratarse de un dicinodonte, criatura prehistórica que se creía extinguida hace millones de años pero que los pueblos originarios habrían conocido gracias a fósiles encontrados en la zona.

El descubrimiento que nadie esperaba, pero que los pueblos originarios ya habían anticipado. Fuente: Julien Benoit.
El descubrimiento que nadie esperaba, pero que los pueblos originarios ya habían anticipado. Fuente: Julien Benoit.

El hallazgo que cambia todo lo que sabemos sobre un animal prehistórico

La investigación publicada en PLOS ONE confirma que estas pinturas, datadas entre 1821 y 1835, representan a un animal con colmillos orientados hacia abajo, un rasgo que coincide con los dicinodontes.

Lo sorprendente es que fueron hechas antes de que la ciencia moderna describiera a este grupo de animales en 1845.

Esto sugiere que los pueblos originarios ya habían identificado a estas criaturas a partir de fósiles del Karoo Basin, anticipándose por décadas a los científicos.

El vínculo con la "serpiente cornuda"

El pueblo San transmitía leyendas sobre la existencia de una "serpiente cornuda", descrita como un monstruo colosal capaz de destruir todo a su paso. Según los relatos, superaba el hipopótamo y el elefante en fuerza, y era temido por su aspecto aterrador.

Para los investigadores, este mito pudo originarse en la observación directa de fósiles, que habrían inspirado la representación de un animal híbrido entre realidad y leyenda

Los especialistas creen que la pintura no fue creada por azar, sino como parte de un ritual de invocación de lluvia. Los San consideraban a estas criaturas como "animales de lluvia", figuras poderosas capaces de interceder ante los dioses para atraer tormentas y garantizar la supervivencia de la comunidad.

Así lucen los restos visibles de la pintura rupestre que data de 200 años de antigüedad. Fuente: Julien Benoit.
Así lucen los restos visibles de la pintura rupestre que data de 200 años de antigüedad. Fuente: Julien Benoit.

Paleontología indígena: ciencia antes de la ciencia

Julien Benoit, autor principal del estudio, señala que este caso demuestra una forma de "paleontología indígena". Mucho antes de que los científicos europeos definieran el concepto de fósil y clasificaran a los dicinodontes, los pueblos originarios ya interpretaban restos óseos y los incorporaban a su cosmovisión.

Este descubrimiento sugiere que las culturas ancestrales no solo preservaban su historia mediante relatos orales, sino que también eran capaces de dar sentido a los vestigios del pasado remoto.