El estadounidense Robert Francis Prevost aparece en la imagen oficial del Santo Padre, que será utilizada para entregar a los fieles en ocasiones especiales o en las páginas web del Vaticano. En esta fotografía, se le observa con una media sonrisa, portando la cruz pectoral dorada con la que se presentó al mundo el pasado 8 de mayo.

El papa León XIV se muestra llevando su cruz relicario junto a los santos agustinos, con su nombre y firma en latín, en la foto oficial que fue distribuida por el Vaticano este viernes.

La firma del papa León XIV que muestra un sutil cambio en su nombre

La cruz es un relicario que contiene fragmentos óseos de santos vinculados a la Orden Agustiniana. Este obsequio fue seleccionado por el postulador general de la Orden, Josef Sciberras, para su hermano Robert Prevost, con motivo de su creación como cardenal el 30 de septiembre de 2023.

La firma elegida, al igual que en el resto de los papas, es el nombre en latín 'Leo' y la abreviatura 'pp' (Pontifex pontificum) antes del XIV.

"La víspera del Cónclave, el martes pasado, le envié un mensaje recomendándole que llevara la cruz que le habíamos regalado, para tener la protección de los santos Agustín y Mónica", explicó Sciberras a los medios vaticanos.

El papado de León XIV: un legado influenciado por la orden Agustiniana

En el brazo izquierdo de la cruz, la reliquia es del beato Anselmo Polanco, obispo de Teruel, "mártir de la persecución religiosa en España (1936-1939)", quien fue fusilado.

Mientras que en el brazo derecho se encuentra la reliquia de Giuseppe Bartolomeo Menochio, obispo de Porfirio y prefecto del Sagrario Apostólico. Sacristán papal desde 1800, sirvió con valentía a la Iglesia durante la invasión de Napoleón. En 1991 Juan Pablo II reconoció sus 'virtudes heroicas', primer paso en el proceso de beatificación.

En el centro hay un fragmento oseo de San Agustín, en la parte superior de Santa Mónica, la madre del santo a la que el nuevo papa es muy devoto y también lo fue Francisco. Para la Orden Agustiniana, la figura de Mónica es inseparable de la experiencia de conversión y consagración de su hijo.

Fuente: EFE.