

La vigilancia sobre las operaciones financieras ha ganado terreno en los últimos años. En México, el SAT ha reforzado su capacidad para monitorear los movimientos en las cuentas bancarias como parte de una estrategia para combatir la evasión fiscal.
Aunque esta facultad no es nueva, el SAT ha intensificado la revisión de ciertos depósitos e ingresos que podrían indicar posibles irregularidades.
Depósitos en cuentas bancarias: ¿qué monitorea el SAT?
Los depósitos en efectivo que ingresan a las cuentas bancarias son uno de los principales focos de atención para el SAT, sobre todo cuando los montos superan ciertos límites que podrían ser considerados inusuales. Aunque estos umbrales no se hacen públicos, se sabe que los bancos tienen la obligación de reportar operaciones que consideren atípicas, lo que permite al fisco mexicano iniciar una revisión más detallada.

La facultad del SAT para investigar estos ingresos está sustentada en su objetivo de prevenir la evasión fiscal. Las revisiones se vuelven más frecuentes cuando los depósitos no guardan relación con la actividad económica registrada por la persona titular de la cuenta. En muchos casos, las personas físicas que manejan dinero en efectivo de forma recurrente, sin reportarlo adecuadamente, pueden enfrentar auditorías o requerimientos formales.
Transferencias bancarias y el papel de los bancos ante el SAT
En cuanto a las transferencias bancarias, el SAT también mantiene un control cuidadoso, especialmente sobre aquellas que carecen de conceptos claros o que presentan descripciones genéricas. Utilizar frases como "pago de renta", "depósito de ahorro" o "compra de alimentos" permite transparentar el origen y destino del dinero, lo que facilita tanto la operación bancaria como el cumplimiento de las disposiciones fiscales.

Los bancos son actores clave en este proceso, ya que colaboran estrechamente con el SAT mediante reportes periódicos que detallan los movimientos financieros de sus clientes. Esta información permite al órgano fiscal cruzar datos y detectar posibles diferencias entre lo que se deposita o transfiere y lo que se declara oficialmente.
La recomendación entre especialistas en temas fiscales es mantener un control riguroso sobre los ingresos y egresos bancarios, registrar correctamente cada movimiento y utilizar conceptos específicos en cada transferencia. De esta manera, se reduce el riesgo de recibir notificaciones por parte del SAT o de enfrentar revisiones inesperadas.


