

En medio de un reacomodo geopolítico global, uno de los países de Latinoaméricaha decidido reforzar su aparato militar con apoyo directo del Kremlin. La medida se da en un contexto donde potencias como Rusia y China intensifican su presencia en el Latinoamérica, desafiando la histórica influencia de Estados Unidos.
El nuevo acuerdo bilateral en materia de defensa ha generado reacciones internacionales y podría marcar un nuevo capítulo en la competencia por el control estratégico de la región.
Nicaragua refuerza su defensa con apoyo ruso
El gobierno de Daniel Ortega firmó un acuerdo de cooperación militar con Vladimir Putin, presidente de Rusia, que tendrá una vigencia inicial de cinco años, con posibilidad de extenderse. Este pacto contempla el envío de instructores militares rusos a Nicaragua para capacitar a sus unidades especiales, así como la entrega de armamento moderno al Ejército de este país de Latinoamérica.

Durante una conferencia de prensa, el canciller Denis Moncada defendió la alianza como una medida para fortalecer la soberanía nacional ante lo que calificó como posibles injerencias extranjeras. La colaboración incluirá entrenamientos tácticos, modernización de equipos y asistencia técnica directa por parte de personal ruso.
Rusia consolida su influencia militar en Latinoamérica
El convenio con Managua forma parte de una estrategia más amplia de Rusia para ampliar su influencia militar en Latinoamérica, una región tradicionalmente bajo la esfera de influencia de Estados Unidos. El Kremlin estaría aprovechando la debilidad institucional de algunos gobiernos para posicionarse más cerca del territorio estadounidense.

Desde Washington, un portavoz del Departamento de Estado confirmó que se mantendrá una vigilancia constante sobre la actividad rusa en Centroamérica, considerando que esta expansión podría alterar el equilibrio regional. Las autoridades norteamericanas no descartan tomar medidas si consideran que el acuerdo compromete la seguridad hemisférica.
Daniel Ortega se apoya en Putin frente al aislamiento internacional
Para el régimen de Daniel Ortega, esta alianza con Vladimir Putin representa más que una cooperación militar: se trata de un respaldo estratégico ante el creciente aislamiento diplomático que enfrenta en la escena internacional. La respuesta inmediata del gobierno de Estados Unidos incluyó el repudio al pacto y el anuncio de una posible revisión de su política de cooperación con Nicaragua.
Durante la administración de Donald Trump, el entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, advirtió que Washington no tolerará alianzas que pongan en riesgo la estabilidad regional y sugirió nuevas sanciones económicas. Paralelamente, en la Organización de Estados Americanos (OEA), un funcionario señaló bajo anonimato que la región podría estar entrando en una nueva versión de la Guerra Fría, con actores externos disputando el control político y militar del continente.


