

Latinoamérica tiene muchos aspectos para trabajar. Uno de los países más emblemáticos del Caribe ha decidido apostar fuerte por un futuro más sostenible. Como parte de sus esfuerzos para reducir el impacto ambiental y enfrentar la crisis energética, Cuba ha puesto en marcha un ambicioso plan basado en el uso de paneles solares.
Estos proyectos en Latinoamérica buscan diversificar las fuentes de electricidad y disminuir la dependencia de combustibles fósiles costosos y altamente contaminantes. La energía solar se ha convertido en una alternativa real y eficiente para mejorar la calidad de vida de la población.
Latinoamérica sustentable: la inversión de China en Cuba para paneles solares
En Latinoamérica hay muchos desafíos por delante, entre ellos la generación de energía. Esta construcción de 55 parques solares en Cuba no habría sido posible sin la colaboración de China, que fue un aliado estratégico en esta iniciativa. La nación asiática brindó apoyo tecnológico y financiero para concretar estos proyectos, fortaleciendo así los lazos entre ambos países.

Gracias a esta cooperación, se ha logrado aprovechar la alta radiación solar que caracteriza a la isla, transformándola en una fuente de electricidad limpia y constante. Con esta alianza, China refuerza su presencia en Latinoamérica y contribuye al desarrollo sustentable de un país históricamente golpeado por restricciones económicas.
¿Cómo impactarán los paneles solares de China en las familias de Cuba?
Esta iniciativa de energía solar en Cuba ofrece un respiro para muchas familias que viven con cortes de electricidad frecuentes.

No obstante, especialistas señalan que el camino aún tiene obstáculos importantes: el sistema actual no contempla el uso de baterías para almacenar la energía generada, lo cual limita su aprovechamiento en ciertos horarios.
El mayor consumo de electricidad en Cuba ocurre durante la noche, justo cuando los paneles solares ya no pueden producir energía. Sin un sistema de almacenamiento, la electricidad generada durante el día se pierde, lo que deja a la población sin una fuente estable de energía cuando más la necesita.


