El multimillonario de América Latina que busca talentos en México: cosechó una fortuna que supera los 10,000 millones de dólares
Con una fortuna que supera los 10 mil millones de dólares, este magnate puertorriqueño busca en México talentos para sumar a América Latina dentro del engranaje de su exitoso negocio de software empresarial.
Orlando Bravo, uno de los magnates más importantes de América Latina, supo identificar el potencial de la nube mucho antes que sus competidores. Cofundador de Thoma Bravo, el empresario con una fortuna cerca de 10 millones de dólares busca talento en nuestro país.
La búsqueda de Bravo en México consiste en profesionales con los que pueda fortalecer el desarrollo de software en empresas que forman parte de su portafolio. "Hemos comenzado a desplegar más recursos de desarrollo de nuestras empresas en América Latina", afirmó Bravo.
Bravo: el multimillonario de América Latina visionario en su negocio
Bravo forjó su fortuna en principio, fuera de América Latina, a partir de encontrar la oportunidad en donde nadie la había identificado antes. El puertorriqueño apuntó a la distribución de software empresarial y no se equivocó.
Básicamente, el empresario entendió la forma en la que las empresas podían acceder al software de manera eficiente y escalable. Así, su estrategia apuntó a la ciberseguridad, infraestructura web y aplicaciones hasta convertirse en una empresa puramente especializada en ese sector.
La historia de Bravo habla de una personalidad sin temor al riesgo. Capaz de aprovechar las oportunidades sin dejarlas pasar. Nacido en Mayagüez, cuando solo tenía 15 años dejó su hogar para entrenar en la academia de tenis de Nick Bollettieri, en Florida.
¿Qué tiene que ver el tenis con el éxito de su empresa? Pues fue en ese tiempo cuando aprendió la disciplina del deporte que luego aplicaría en el mundo del capital privado.
El error como parte del proceso: Bravo no se detuvo a pesar de los fracasos
Aunque hoy sea dueño de una de las empresas más destacadas del sector, los comienzos no fueron sencillos. Bravo pasó por intentos en el sector tecnológico que fracasaron. Justamente durante el tiempo del estallido de las puntocom, Bravo vio cómo sus inversiones caían.
Al igual que Bill Gates -que ha declarado en más de una oportunidad que la clave del éxito radica en la capacidad de mantenerse en foco- Bravo continuó en su objetivo y se especializó exclusivamente en compañías de software.
Su recorrido fue ascendente, pero entendiendo siempre las reglas del juego. "Cuando una empresa es pionera en un producto, sus ventas explotan, pero inevitablemente disminuyen a medida que surgen competidores", expresó. En efecto, su camino hacia el liderazgo en el sector de software empresarial comenzó en 2005 cuando con su socio Carl Thoma deciden sumar a Scott Crabill, Holden Spaht y Seth Boro para fortalecer el equipo.
Tres años más tarde, en 2008, lideró la escisión de Thoma Cressey Equity Partners para crear Thoma Bravo, con una misión clara: invertir únicamente en empresas de software.
Con más de veinte años de experiencia, Bravo ha detectado patrones repetitivos en la industria y apuesta al crecimiento a partir del objetivo de integrar a América Latina en la cadena de valor de uno de los sectores más rentables de la economía global.