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En un momento en que Europa enfrenta crecientes incertidumbres sobre su seguridad, una visión estratégica formulada hace más de seis décadas por Charles de Gaulle resurge con sorprendente clarividencia.

El expresidente de Francia, quien también lideró la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial, defendió con vehemencia la necesidad de una disuasión nuclear francesa independiente tanto de Estados Unidoscomo de la Unión Soviética.

Su argumento, que en aquel entonces parecía simplemente un ejercicio de soberanía nacional, cobra hoy una relevancia extraordinaria mientras Emmanuel Macron sugiere que el paraguas nuclear francés podría extenderse para proteger a otros países.

Seis décadas después, la disuasión nuclear independiente de De Gaulle ilumina el debate europeo. Fuente: Shutterstock.
Seis décadas después, la disuasión nuclear independiente de De Gaulle ilumina el debate europeo. Fuente: Shutterstock.

La profecía olvidada de Charles De Gaulle

"¿Quién puede decir qué ocurrirá mañana?", planteó De Gaulle en un discurso de noviembre de 1959, cuando justificaba la necesidad de una fuerza nuclear propia.

Su razonamiento, casi profético, contemplaba escenarios que entonces parecían impensables: "Podemos imaginar, por ejemplo, que, en un escenario terrible, Europa Occidental sea aniquilada por Moscú y Europa Central, por Washington. ¿Y quién puede decir que los dos rivales, a consecuencia de no sé qué convulsión política y social, no acabarán uniéndose?"

La visión del general no era antiamericana en esencia. De hecho, reconocía que Estados Unidos era mucho más amigo de Francia que Rusia, pero advertía que también tenía sus propios intereses que, eventualmente, podrían chocar con los europeos.

Ese futuro incierto que visualizó parece materializarse hoy, cuando la confianza en el compromiso estadounidense con la defensa de Europa se erosión.

"¿Quién puede decir qué ocurrirá mañana?": La profecía nuclear de De Gaulle ante la incertidumbre europea. Fuente: Shutterstock.
"¿Quién puede decir qué ocurrirá mañana?": La profecía nuclear de De Gaulle ante la incertidumbre europea. Fuente: Shutterstock.

El nuevo tablero nuclear europeo

La ecuación de seguridad europea actual muestra un panorama radicalmente distinto que en la Guerra Fría.

Francia mantiene aproximadamente 300 cabezas nucleares, desarrolladas enteramente en suelo francés y bajo control soberano. Reino Unido cuenta con 250, aunque técnicamente dependientes de asistencia estadounidense. Ambos países representan las únicas potencias nucleares del continente.

La reciente sugerencia de Macron sobre extender el paraguas nuclear francés a otros países europeos despertó un debate dormido durante décadas.

Según Pierre Haroche, académico de la Universidad Católica de Lille, "en el pasado, cuando Francia habló de realizar estas aperturas, otros países dudaron en responder. No querían enviar la señal de que no tenían plena confianza en Estados Unidos y la OTAN."

La diferencia hoy es que otros países, encabezados por Alemania, comienzan a considerar abiertamente esta opción. Friedrich Merz, potencial próximo canciller alemán, sorprendió recientemente cuando habló sobre la necesidad de discutir con París y Londres sobre protección nuclear para su país.

Los desafíos de la disuasión nuclear en Europa

Las cuestiones prácticas sobre cómo funcionaría una disuasión nuclear franco-europea (o franco-británico-europea) son complejas. Entre las opciones barajadas figuran:

  • El posicionamiento de armamento nuclear francés en territorios como Alemania o Polonia
  • Patrullaje de bombarderos franceses en fronteras europeas más allá de Francia
  • Construcción de bases aéreas en otros países para uso en emergencias

Un aspecto crítico concierne a los números: ¿Son suficientes las 300 ojivas francesas frente a Rusia? Quizás no, pero combinadas con las británicas suman 550, y teóricamente el paraguas estadounidense seguiría existiendo, con bombas nuclearesya desplegadas en Alemania, Italia y los Países Bajos.

Más allá de las consideraciones técnicas, lo que está en juego es una reconsideración fundamental de la arquitectura de seguridad en Europa.