

Cuando la política migratoria de Estados Unidos se endurece, en México, el plan industrial de la presidenta Claudia Sheinbaum atrae a migrantes que confían en la iniciativa y esperan quedarse en la frontera sur. En efecto, la Primera Mandataria propuso, entre otros puntos, llevar a la región las inversiones del Tren Maya, impulsar el Corredor Interoceánico y desarrollar polos industriales.
Así lo hizo saber luego de la reunión que mantuvo con su par de Guatemala, Bernardo Arévalo, encuentro que despertó el respaldo de empresarios y migrantes de Tapachula, la ciudad más importante de la frontera sur.
Frontera sur con Guatemala: el ambicioso plan que atrae migrantes

Para la presidenta Sheinbaum el plan para frenar la migración no se basa en desplegar fuerzas de seguridad, sino ofrecer alternativas de trabajo. "No se trata de poner guardias nacionales por todos lados, sino de que se dé empleo bien remunerado", sostuvo tiempo atrás.
Con esta idea como eje, la administración mexicana propone aprovechar el escenario internacional y convertir el sur mexicano en un destino laboral clave ante las restricciones impuestas por Donald Trump. Y es que, durante sus primeras ocho semanas de gobierno, México recibió más de 24.000 personas deportadas, de las cuales 4.567 son extranjeras.
Frente a este panorama, la presidenta ha prometido ofrecer apoyo a quienes decidan quedarse en el país. El foco está puesto en el crecimiento de Tapachula, la ciudad más importante de la frontera con Guatemala donde, según su alcalde, Aarón Yamil Melgar Bravo, hay cerca de 400 hectáreas listas para alojar proyectos industriales y ferroviarios.
La promesa de Sheinbaum es convertir a la ciudad en la capital económica de Chiapas y Centroamérica.
Los migrantes confían en el plan de Sheinbaum

Las inversiones que tendrán lugar en la frontera sur -desde la conexión entre el Istmo de Tehuantepec y Puerto Chiapas hasta la ramificación del tren hacia la frontera con Guatemala- son vistas con beneplácito por los migrantes.
En declaraciones a la agencia de noticias EFE, una migrante venezolana, Luz Marina, sostuvo que entre 700 y 1.000 migrantes de diferentes nacionales estarían dispuestos a convertirse en mano de obra disponible para estos grandes proyectos.
Por su parte, Deivy Gurrola, de origen cubano, expresó abiertamente su deseo de quedarse en nuestro país. "Quisiera trabajar, podría pagar la renta, sostenerme aquí en México", sostuvo al tiempo que pidió que se simplifique la estancia legal para quienes se sumen a trabajar en estos proyectos.


