

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) puso en marcha un plan de observación especial ante la llegada de un visitante cósmico excepcional.
El 3I/ATLAS, un cometa procedente de fuera de nuestro sistema solar, se aproxima a velocidades extraordinarias y pasará relativamente cerca de nuestro planeta en las próximas semanas.
Este fenómeno astronómico representa una oportunidad científica única, ya que estos objetos interestelares son extremadamente raros.
Desde la activación del protocolo, múltiples telescopios terrestres y espaciales dirigieron sus instrumentos hacia este viajero cósmico para desentrañar los secretos que porta desde regiones remotas de la galaxia.

¿Qué hace tan especial al cometa 3I/ATLAS y por qué la NASA lo vigila tan de cerca?
Los objetos interestelares son visitantes excepcionales que atraviesan nuestro vecindario cósmico procedentes de otros sistemas estelares. El 3I/ATLAS destaca no solo por su origen extrasolar, sino por la velocidad inusual con la que se desplaza a través del espacio.
Así, la NASA desplegó un protocolo de observación coordinado que involucra a diversos observatorios internacionales. Los científicos buscan analizar la composición química del cometa, su estructura interna y las características que lo diferencian de los cometas nativos de nuestro sistema solar.
Esta información podría revelar detalles cruciales sobre las condiciones en otros sistemas planetarios y la formación de cuerpos celestes en regiones distantes del universo.
Las observaciones preliminares sugieren que este objeto podría ser significativamente más grande de lo inicialmente estimado, según declaraciones de astrofísicos especializados. Su análisis permitirá a los investigadores comparar las propiedades de la materia interestelar con la de nuestro propio sistema solar.
Cuándo pasará cerca de la Tierra y qué nivel de riesgo representa
El encuentro más cercano del 3I/ATLAS con nuestro planeta está programado para diciembre de 2025. Aunque el término "cerca" en astronomía puede resultar relativo, los expertos de la NASA fueron claros y descartaron cualquier peligro para la Tierra.
La trayectoria del cometa fue con precisión utilizando modelos matemáticos avanzados y observaciones telescópicas continuas. La distancia mínima de aproximación será lo suficientemente amplia como para no representar ninguna amenaza, pero lo bastante próxima como para permitir observaciones detalladas con los instrumentos más potentes disponibles.
Las teorías que revolucionan la astronomía: ¿fragmento planetario o cometa convencional?
Una hipótesis emergente captó la atención de la comunidad científica internacional. Algunos investigadores plantean que el 3I/ATLAS podría no ser un cometa tradicional, sino un fragmento de un planeta destruido procedente de otro sistema solar.
Esta teoría se fundamenta en ciertas características observadas en el objeto que no coinciden completamente con el comportamiento típico de los cometas. La densidad aparente, el patrón de emisión de gases y polvo, y su resistencia estructural podrían indicar un origen planetario más que cometario.
De confirmarse esta hipótesis, estaríamos ante el primer fragmento planetario interestelar identificado en la historia de la astronomía. Esto abriría nuevas líneas de investigación sobre procesos catastróficos en sistemas solares lejanos, incluyendo colisiones planetarias, explosiones estelares o perturbaciones gravitacionales extremas que habrían expulsado este fragmento al espacio interestelar hace millones o incluso miles de millones de años.
La comunidad científica mantiene debates activos sobre esta posibilidad mientras continúa recopilando datos. Los próximos meses serán decisivos para determinar su verdadera naturaleza.


