

El fallecimiento del Papa Francisco este lunes, apenas un día después de pronunciar su última bendición en el Domingo de Resurrección, puso fin a un pontificado que dejó una marca por su espíritu reformista. Tras conocerse la noticia, el Vaticano puso en marcha el protocolo para elegir al nuevo Pontífice, cuyo primer paso es el cierre de la Capilla Sixtina.
Este gesto, cargado de simbolismo, señala el comienzo de un proceso excepcional que impacta a más de mil millones de católicos alrededor del mundo. Más que una formalidad, el cierre de la Capilla Sixtina representa un tiempo de preparación espiritual y continuidad de una tradición que se remonta siglos atrás.

En ese espacio cargado de historia y fe, los cardenales se disponen a tomar una de las decisiones más trascendentales de sus vidas, mientras el mundo aguarda con expectativa el momento en que el humo blanco anuncie: Habemus Papam.
¿Por qué cerrará la Capilla Sixtina después de la muerte del Papa?
La Capilla Sixtina, edificada en el siglo XV por encargo del Papa Sixto IV, adquiere un rol central en el catolicismo cada vez que fallece un pontífice: se convierte en el escenario donde se decide quién será su sucesor. Por esta razón, se cierra al público y se suspenden todas las actividades externas desde el inicio del cónclave.
Este cierre tiene como finalidad asegurar el aislamiento absoluto y la confidencialidad de los cardenales electores. Durante el cónclave -un proceso que puede extenderse varios días o incluso semanas- los cardenales menores de 80 años permanecen completamente incomunicados:
- Sin acceso a teléfonos
- Sin acceso a Internet
- Sin contacto con el exterior
La capilla es inspeccionada minuciosamente para evitar cualquier forma de espionaje o filtración de información.
Este aislamiento es simbólico. Representa la intención de la Iglesia de que la elección del nuevo Papa sea guiada exclusivamente por la fe y la reflexión espiritual, al margen de influencias externas, ya sean políticas, mediáticas o sociales. En ese ambiente, la Capilla Sixtina se convierte en un espacio de silencio, oración y profunda introspección.
¿Cómo es el ritual de la fumata en el Vaticano?
Durante los días que dura el cónclave, las votaciones se realizan dentro de la Capilla Sixtina. Al finalizar cada ronda, los papeles se queman, produciendo el característico humo que se eleva por la chimenea y que comunica al mundo el estado del proceso:
- Fumata negra indica que aún no se llegó a un consenso.
- Fumata blanca anuncia que fue elegido un nuevo Papa.
Desde el cónclave de 2013, que culminó con la elección del Papa Francisco, se usan dos estufas para hacer más claro este mensaje. Una es la estufa tradicional, encargada de quemar las papeletas, y la otra es un dispositivo electrónico auxiliar que mejora la visibilidad del humo, asegurando que el color sea nítido y fácil de interpretar por los fieles que esperan en la Plaza de San Pedro.
Ambas estufas están conectadas a un conducto de cobre que se eleva aproximadamente dos metros sobre el techo de la capilla. Desde allí, el mundo entero presencia el instante en que se define el futuro de la Iglesia.




