Radiografía de los millennials "jerárquicos": qué objetivos tienen

Rompiendo con el antiguo paradigma que para ser jefe hay que ser "viejo" o haber transitado muchos años de carrera dentro de la empresa, hoy se priorizan habilidades como la flexibilidad, creatividad o adaptabilidad que un postulante tiene, más que la larga carrera profesional.

Históricamente, el desafío principal de un líder es poder entender las características personales, skills y motivaciones de la gente a la que lidera para poder diseñar espacios de desarrollo con el objetivo de que cada integrante de su organización pueda poner en juego sus características personales, fortalezas y satisfacer sus motivaciones. Hoy, se está hablando del rol del líder de asistir al equipo que implica compartir el poder, poner las necesidades de otro por delante suyo y ayudar a las personas a desarrollarse y performar al mayor nivel.

En la teoría, un líder millennial estará más conectado a la tecnología y se adaptará más rápido a cambios en la organización. Por ser jóvenes (comparados a jefes de otras generaciones), tienen tendencia a comprender la problemática de un equipo de trabajo más joven y dinámico y, quizás, resolver temas de modo más natural.

"Para entablar una buena relación con pares o colaboradores mayores, lo primero que tendrá que entender es que el otro puede pensar distinto a lo que uno piensa o cree. Lo que uno considera importante y prioritario quizás para el otro no lo es. Es indispensable saber ponerse en el lugar del otro y empatizar. El líder joven deberá entender que no solo es cuestión de ser carismático y que no se trata de un concurso de popularidad, sino de cumplir con los objetivos que la organización plantea. Sería favorable que se establezca una relación amistosa, pero no por eso menos exigente. Deberán saber tomar decisiones difíciles y sostenerlas ante un equipo, que por momentos se le puede poner en contra", destaca Manuel Rossi, CEO del Grupo Hidalgo & Asociados.

Paola Racana, managing director de Racana Executive Search, explica que "para poder entender al equipo, es importante comprender que las necesidades y paradigmas socio-laborales cambiaron. Durante las primeras décadas del siglo XX, un empleado recibía la protección de la compañía a cambio de su lealtad. Actualmente este pacto se ha roto; se generaron nuevos acuerdos donde ninguna de las partes garantiza al otro su permanencia. La empresa garantiza el empleo en la medida que esté alineado a sus necesidades y el empleado permanece en tanto la compañía también esté alineada a sus motivaciones. Este nuevo pacto, sumado a las nuevas tecnologías que condicionan las comunicaciones de manera inmediata, produce un escenario para las nuevas generaciones que presentan necesidades y motivaciones diferentes, donde la inmediatez y el presente surgen de manera recurrente".

Escuchar al equipo

"Un líder tendrá diferentes generaciones en su equipo y debe atender a cada una de ellas. Específicamente los millennials buscan inmediatez, necesitan poder satisfacer sus objetivos personales en el presente, alinear su propósito personal al de la organización, establecer vínculos de confianza, tener desafíos, comprender el sentido para poder involucrarse, tener ownership y muy especialmente buscan flexibilidad. Esto último a veces no es propiciado por las organizaciones, ya que algunas de ellas no se han aggiornado incorporando tecnologías que permitan nuevas formas de trabajo flexibles, lo que genera un obstáculo importante al líder. Cuando estas motivaciones no son escuchadas o comprendidas, como en muchas ocasiones sucede con líderes de anteriores generaciones, es muy difícil atraer a altos potenciales. Es por eso que considero que hoy e históricamente, para ser un líder se requiere capacidad de poder acompañar a cada individuo para desarrollar su máximo potencial dentro del marco de los objetivos organizacionales y motivacionales de la persona", aclara Racna.

A modo de ejemplo, Gastón Greco, emprendedor y dueño de Posco, con 28 años, destaca que hay que ser genuino y predicar con los valores. "Hacemos mucho foco en la cultura de la compañía. Es la base y el fuego de nuestro negocio. Hacemos excelentes zapatos, le ponemos mucha pasión a eso, pero es un tangible y nos pueden copiar. Sin embargo, el espíritu y la cultura de la empresa no se copia, eso se lleva adentro y creemos y trabajamos fuerte en tener esa llama muy prendida. Cuando buscamos personal, lo hacemos entre nuestros pares. Compensamos los errores y los resultados; premios integrales, transparencia y espíritu colaborativo. Buscamos transmitir los valores de adentro hacia afuera. El éxito se construye entre todos", concluye. 

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