Un mercado en busca de su prime time

El sector argentino de Over-The-Top (OTT) movió alrededor de u$s 45 millones en 2015 y se espera que crezca a más del doble para 2018. Con novedades constantes, la lucha se plantea en las redes, para asegurar la calidad y velocidad de streaming.

La discusión por el mercado de servicios de televisión online fue el eje del encuentro Nplay, realizado en Córdoba. Allí, cableoperadores y productores de contenidos plantearon un punto clave: la competencia por muchos considerada "desleal" de Netflix, a la cabeza de los servicios de Over The Top (OTT), y la necesidad de una revisión tributaria. Miguel Factor, responsable de Telecomunicaciones de Colsecor, fue quien lo hizo explícito: "Netflix compite de manera desleal porque no paga impuestos como nosotros, y no tiene las obligaciones de contenidos que nosotros debemos cumplir". Pero no todos estuvieron de acuerdo, así como no es la generalidad de la industria la que plantea ese panorama. Sí, es una situación que está llevando a los distintos actores a acelerar sus prácticas de lobby y al intento de "regular" un segmento de mercado que está en evolución.
Ariel Fernández, presidente de la Cámara de Cooperativas de Telecomunicaciones (Catel) y gerente General de Telviso, reconoce, por un lado, que son los servicios como Netflix o YouTube los que agregan valor a Internet y los que hacen que exista una mayor demanda de banda ancha (servicios que firmas como Telviso ponen a disposición de los usuarios), pero que, al mismo tiempo, eso requiere de inversiones para incrementar la velocidad y calidad de streaming. "Las cooperativas no tenemos la capacidad de realizar grandes inversiones en expandir las redes, por lo que si servicios como Netflix tributaran para generar sinergias con proveedores, sería bueno para todos", propone.
El ejecutivo no habla por hablar. Es parte de una sinergia que congregó desde mediados de 2015 a nueve cooperativas, con una inversión conjunta de $ 40 millones, para generar una plataforma de IPTV. Hoy, son 10 cooperativas que proveen el servicio, para unos 20.000 usuarios distribuidos por el país, un servicio que ofrece VoD y OTT. "Nunca limitamos a Netflix ni ningún contenido. Por el contrario, creemos que agrega valor. Hay que tener la cabeza abierta. La oferta tiene que ser amplia", acepta y destaca que su diferencial pasa por apuntar a los distintos estratos sociales, ya que la solución permite adaptar televisores de tubo o convencionales a una plataforma inteligente.
El segmento en la Argentina es incipiente, como define Roberto Mayer, ingeniero y director de la diplomatura en Telecomunicaciones y Multimedia de la Universidad de Palermo. El especialista pone el énfasis en el escaso desarrollo de los servicios de conectividad: "Hay una exigencia por la calidad de los servicios pero las redes andan todas mal. El 4G no está masificado y donde está anda mal. Falta resolver este tema de la inversión, pero me parece que no es un eje de gestión de este Gobierno", define. Según un informe de MTM, encargado por Ooyala y Vindicia, el mercado argentino de OTT movió cerca de u$s 45 millones en 2015 y se espera que crezca a más del doble para 2018. Ese año, se estima que alcanzará un volumen de u$s 113 millones. Más allá de los números, el informe coincide en que el segmento se encuentra en una etapa temprana en América latina.
Hasta la fecha, el mercado de OTT premium está fuertemente impulsado por Netflix, que tiene entre 60% a 80% del mercado, afirma. Sin embargo, es un segmento poco desarrollado, si se lo compara con otras regiones: tras cuatro años, Netflix sólo tiene cerca de 2% de penetración total, en comparación con el 8-12% de penetración que ostenta en el Reino Unido, Canadá o los países nórdicos, donde se lanzó al mismo tiempo.
Entre los factores que lo explican, se atribuyen aspectos como la mala calidad y la baja penetración de la banda ancha, la desigualdad económica y los altos niveles de piratería, el nivel de conocimiento de los consumidores de los servicios de OTT premium y la baja propensión y capacidad de pago a contenidos de entretenimiento. "Se espera un crecimiento anual de un 40%, que replica lo que ocurre en otros mercados. Marca un gran interés por nuevos canales de servicios, pero aún la banda ancha es insuficiente para que explote. En los tres principales mercados de América latina hay iniciativas gubernamentales para ampliar las inversiones", comentó a IT Business desde los Estados Unidos, Alejandro Couce, vicepresidente para América latina y el Caribe de Vindicia.
El ejecutivo se refiere a los mercados de la Argentina, México y Brasil (se espera que el mercado mexicano llegue en 2018 a un valor de u$s 454 millones, frente a los u$s 240 millones en 2015, mientras que el mercado brasileño crecerá hasta los u$s 462 millones en 2018), donde también destaca lo que muestra el informe: más allá de Netflix, hay una demanda de contenidos locales que aún no está cubierta por los servicios de OTT.
Para Fernández, la provisión de contenidos locales es lo que hace tener un diferencial a muchas cooperativas que brindan el servicio on demand, aunque no sea fácil la producción de los mismos: "El trabajo conjunto fue clave para transmitir, por caso, el festival de Jesús María, que fue exclusivo de las 10 cooperativas. Reglamentariamente, ya no se obliga por ley a brindar estos contenidos pero su puesta en marcha, obligación de la caduca Ley de Medios, lo puso en marcha y hoy es una diferenciación fuerte", explica.Servicios de nichoEn la Argentina parece no ser significativo el fenómeno de los cord-cutters (que se desuscriben del cable). Según Ibope, el número de hogares con suscripciones de TV paga se mantendrá en 2016 en 4,2 millones (80,9% del total), casi sin cambios desde 2013, cuando se contaban 3,4 millones.
Al contrario, la tendencia que parece predominar tiene que ver con la suma de servicios. De acuerdo a un estudio de Nielsen sobre video on demand, por lo menos un 53% de los argentinos mira contenidos por suscripción en línea. Dicha encuesta preguntó a los usuarios sobre su actual servicio de televisión, ante lo cual un 62% señaló tener contratado un servicio de cable. Solo el 22% expresó tener intenciones de cambiar su proveedor actual por uno de contenido de VOD (Video on Demand). "Creemos que el mayor potencial de crecimiento del VOD está en los usuarios móviles", apunta Mariano Primavera, cofundador y CIO de Qubit.tv, plataforma de VoD de 3.000 títulos de películas, que facturó $ 220 millones en 2015. Su foco pasa por proveer una plataforma multidispositivo: "El crecimiento exponencial de consumo de video a través de redes móviles plantea un reto tecnológico para aprovechar los recursos de ancho de banda del modo más eficiente posible, para lograr la mejor experiencia de usuario", destaca. La firma fue fundada en 2011 y emplea a 90 personas en el país.
Son varias las novedades que asomaron últimamente en la industria. Desde la inversión para expandirse en China para MUBI, la plataforma de cine independiente fundada por Eduardo Costantini (h) y Efe Cakarel (de u$s 50 millones) o el anuncio de la llegada del servicio de streaming de HBO Go, para la Argentina y Brasil para antes de fin de año, el informe de MTM pronostica que los servicios más exitosos van ser los de la tevé paga y los titulares de los medios existentes, con marcas de consumo establecidas y el acceso a grandes volúmenes de contenido. "Todos los participantes de la industria esperan ver los nuevos lanzamientos, sobre todo, en géneros populares como contenidos para niños o fútbol. En la Argentina hay iniciativas en deportes, en el área de óperas o teatros, que comienzan a transmitir vía OTT", afirma Couce. Como dato, en México, los profesionales de la industria esperan ver entre 30 y 40 servicios especializados con más de 50.000 suscriptores pagos en 2018. En la Argentina, esa proporción se prevé entre 10 y 15 proveedores de nicho, que pueden tener más de 50.000 suscriptores pagos dentro de dos años. En conjunto, el mercado latinoamericano avanza sobre un valor que rondó los u$s 756 millones en 2015, después de haber crecido a una tasa compuesta anual del 58% en los últimos tres años, según Dataxis y Ooyala.
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