Un drone para cada uso pero, ¿bajo qué ley?

Mayo trajo una disposición para el vuelo de los drones en la Argentina. Según Juan Cruz González Allonca, director nacional de Protección de Datos Personales (DNPDP) del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, la disposición 20/2015 llegó para proteger el derecho sobre el material fotográfico, fílmico, sonoro o de cualquier otra naturaleza captado por drones, con el requerimiento de un consentimiento previo para el uso de tal material. Obviamente hay excepciones, siendo la más grande a ser resuelta: la DNPDP no tiene potestad para determinar cuánto tienen que pesar estos dispositivos ni a qué altura deben volar. "En nuestro país no hay legislación sobre los drones. El Código Aeronáutico no los contempla", señala Néstor Bailán, catedrático en Derecho Aeronáutico y Espacial de la Argentina. Distintos objetivos

¿Qué usos debería contemplar una legislación? Hoy, empresas como Amazon desarrollan los drones para adaptarlos a su negocio y automatizar la entrega de paquetes. En España, la empresa Nitrofirex desarrolló un dron con el objetivo de extinguir incendios forestales. Estos vehículos permiten operar por la noche, cuando los aviones de extinción con tripulación humana no pueden volar. Así también lo ha hecho la española Flightech para combatir la deforestación, generar vigilancia y detección de pirómanos. Localmente, en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, están desarrollando drones con igual objetivo. Para este último uso, el artículo 4 de las condiciones de licitud de la nueva disposición nos requeriría que la imagen humana captada se difumine.


Podría asumirse que estos aparatos, por lo general, se aplican para imágenes y videos aéreos, monitoreo y vigilancia, inspección de infraestructuras, búsqueda y rescate, gestión de emergencias y mapeo de terrenos. Pero, también en lo que respecta al uso doméstico (u hogareño) los drones ganaron mucho terreno. Dentro de la gama doméstica, se encuentran los cuadricópteros: aparatos de bajo costo y dimensiones. Uno de los más populares es el que se controla a través de una conexión Wi-Fi y una aplicación disponible para smartphones y tabletas, con sistemas operativos Android o iOS. El software, AR FreeFlight 2.0, deja controlar el drone así como grabar el vuelo.


Se conocen básicamente dos tipos de drones: de ala fija y de ala rotativa. Dependiendo el tipo de misión que se pretende realizar, uno de estos modelos se impondrá sobre el otro. Por ejemplo, en aquellos casos donde se requiera que el dispositivo realice maniobras en forma estacionaria y/o a baja velocidad, el drone más adecuado será el de ala rotativa. En cambio, si se desean utilizar estos dispositivos para realizar vuelos a velocidades y alturas superiores, por ejemplo, para recolectar datos cartográficos, la opción prudente sería la de ala fija.


Para seguir pensando en la legislación, la nueva disposición deja una base sobre la cual avanzar: "los responsables del tratamiento de recolección de los datos personales a través de los () drones deberán contar con un manual o política de tratamiento de datos personales y privacidad [que contenga]: finalidad de la recolección, referencia de los lugares, fechas y horarios en los que se prevé que operarán los [] drones ()". Claramente, al proponer un registro de tráfico de estos equipos, la regulación aeronáutica deberá reaccionar rápidamente para controlar cuáles y cuántos vuelan, cómo, dónde y por qué vuelan.

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