

Al menos 91 personas, entre ellas 20 niños, se teme que habrían muerto cuando un enorme tornado de dos millas de ancho atravesó un suburbio de Oklahoma City, atrapando a las víctimas bajo los escombros luego de que una escuela primaria recibió un impacto directo y otra fue destruida.
El presidente Barack Obama declaró zona de desastre en Oklahoma, ordenando la entrega de ayuda federal para complementar los esfuerzos estatales y locales en Moore tras el paso del tornado más mortífero en Estados Unidos después del que dejó 161 muertos en Joplin, Misuri, hace dos años.
Los equipos de emergencia están buscando desesperadamente entre los restos de la Escuela Primaria Plaza Towers que recibió el impacto directo del tornado en la tarde del lunes, dijo el vicegobernador de Oklahoma, Todd Lamb, a la cadena CNN.
Otra escuela primaria, viviendas y un hospital fueron algunos de los edificios arrasados, dejando a los residentes de la ciudad de cerca de 50.000 habitantes aturdidos por la devastación y la pérdida de vidas.
La oficina del médico forense de Oklahoma dijo que 20 de los 91 fallecidos previstos eran niños. La oficina ya había confirmado 51 muertos y los servicios de emergencia le dijeron que esperase otros 40 cuerpos ubicados entre los escombros, pero estos aún no han sido recibidos.
Al menos 60 de las 240 personas heridas eran niños, dijeron los hospitales de la zona.


