El gobierno de Donald Trump suspendió las normas ambientales impuestas a los automóviles. La decisión fue calificada de "estúpida" por California, estado puntero en vehículos "limpios", que prometió oponerse por todos los medios.

Las nuevas reglas, menos exigentes, fueron propuestas conjuntamente por la Agencia de Protección Ambiental y la Agencia de Seguridad Vial.

Estas suspenden la orden dada por la administración Obama a los fabricantes de automóviles de construir más vehículos menos contaminantes y más eficientes en el consumo de combustible, incluidos coches híbridos y eléctricos.