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Horas después de que Donald Trump anunciara el fin de la guerra entre Israel e Irán con un alto el fuego progresivo, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Bagheri Kani, negó públicamente la existencia de un acuerdo de cese de hostilidades.

Como contracara, Benjamin Netanyahu, el presidente de Israel, dijo aceptar el alto al fuego propuesto por Trump. "Israel ha eliminado una doble amenaza existencial inmediata: nuclear y balística", consideró.

Pese a esto, Irán aseveró que "hasta el momento, no hay ningún ‘acuerdo' sobre ningún alto el fuego ni cese de operaciones militares", aunque Bagheri Kani dejó entrever que Teherán estaría dispuesto a suspender su respuesta militar.

Esto fue anoche, cuando Irán marcó que, "siempre que el régimen israelí cese su agresión ilegal contra el pueblo iraní a más tardar a las 4:00 a.m. (hora local), no tenemos intención de continuar nuestra respuesta después".

Sin embargo, poco después se registraron nuevas ofensivas tanto de parte de Israel, como de Irán, y ahora Tel Aviv denuncia que los ayatolás violaron la tregua, pese a que Irán nunca confirmó su adhesión.

El lenguaje del funcionario iraní fue duro y reafirmó la narrativa oficial de que Irán fue víctima y no instigador del conflicto. "Israel lanzó la guerra contra Irán, no al revés", insistió.

Trump había celebrado ayer por la noche la supuesta resolución del conflicto, asegurando que "la guerra de los 12 días" había terminado. Fuentes diplomáticas en Washington y Doha confirmaron que mediadores de Qatar y Turquía estuvieron involucrados en contactos indirectos entre ambas partes, aunque sin reconocer oficialmente un acuerdo.

"Que Dios bendiga a Israel, que Dios bendiga a Irán, que Dios bendiga Oriente Medio, que Dios bendiga a Estados Unidos de América y que Dios bendiga al mundo", escribió Trump, más temprano.

El acuerdo anunciado por el presidente norteamericano implicaba una presunta tregua escalonada: Irán iniciaría el alto el fuego seis horas después del anuncio, una vez cumplidas sus "misiones finales"; doce horas después sería el turno de Israel, y a las 24 horas se proclamaría formalmente el fin de las hostilidades. Sin embargo, esto no ocurrió y los ataques se recrudecieron, con Tel Aviv denunciando que Irán rompió el acuerdo.

Pese a que Teherán nunca confirmó la firma, anoche Trump celebró el desenlace como un triunfo diplomático de su gobierno: "Esta es una guerra que podría haber durado años y destruido todo Oriente Medio, pero no lo hizo, ¡y nunca lo hará!", sostuvo.

Trump aseguró que "durante cada ALTO AL FUEGO, la otra parte se mantendrá pacífica y respetuosa" y anticipó que "el mundo anunciará oficialmente el FIN DE LA GUERRA DE LOS 12 DÍAS".

Guerra entre Israel e Irán ¿sólo 12 días?

La guerra entre Israel e Irán comenzó el 11 de junio, cuando aviones israelíes, primero, y estadounidenses, después, lanzaron una serie de ataques sobre instalaciones nucleares, bases militares y centros de mando en territorio iraní. Las operaciones apuntaron a sitios estratégicos como Natanz, Isfahán y la región de Fordow.

Irán respondió con una ofensiva masiva de misiles y drones sobre Tel Aviv, Haifa, Beersheba y otros puntos neurálgicos del territorio israelí. Aunque la mayoría de los proyectiles fueron interceptados, se registraron daños materiales considerables y decenas de víctimas civiles en ambos países.

El conflicto escaló con rapidez y generó alarma internacional por el riesgo de una guerra regional. Las amenazas de cerrar el estrecho de Ormuz, los bombardeos a la base estadounidense de Al Udeid en Qatar y las advertencias del primer ministro Benjamín Netanyahu sobre una posible eliminación del líder supremo Ali Khamenei tensaron aún más el escenario.

Por ahora, el mensaje iraní siembra dudas sobre la efectividad del alto el fuego anunciado por Trump. Pero también deja abierta una puerta: si Israel detiene sus ataques, Irán podría frenar los suyos. La clave será si ambos cumplen esa secuencia, lo cual transformaría la negación formal iraní en una aceptación de facto.