Paraguay hace mea culpa tras fuga de reclusos mientras en Brasil 26 reos escapan de otra prisión

El presidente Mario Abdo ordenó reforzar la presencia policial y militar alrededor de las cárceles en todo Paraguay y mantener un contacto permanente con autoridades de Brasil para el control de la frontera. De una cárcel brasileña se escaparon 26 prisioneros esta mañana y aún no se sabe si hay relación con la fuga paraguaya

El gobierno de Paraguay lamentó hoy haber perdido una batalla contra el crimen organizado tras la fuga sin precedentes de 75 reclusos de una prisión del norte del país, que abrió un debate sobre el poder del narcotráfico en la zona y la corrupción  del sistema penitenciario.

Los presos pertenecen en su mayoría al Primer Comando de la Capital (PCC), la facción criminal más poderosa de Brasil, y cavaron un túnel antes de salir el domingo de la cárcel regional de Pedro Juan Caballero, ubicada a unos 400 kilómetros al norte de Asunción en la frontera con Brasil.

Otra fuga, pero en Brasil

Esta mañana, 26 reos escaparon de una prisión brasileña en el noroccidental estado de Acre y sólo uno ha sido capturado, informaron las autoridades del penal estatal. Funcionarios locales dijeron que aún no está claro si había miembros del PCC entre quienes escaparon de la prisión en Acre o si las dos fugas estaban relacionadas.

Los miembros encarcelados de bandas criminales, que en ocasiones participan de sangrientos hechos de violencia, suelen tener grandes poderes en las prisiones brasileñas. La población penal de Brasil alcanza a las 750.000 personas, la tercera cifra más alta del mundo.

Debilidad del sistema penitenciario 

"Que la República del Paraguay tiene una debilidad en su sistema penitenciario, no hay duda, es un hecho más que conocido (...) también hubo una aproximación equívoca de parte del sistema de inteligencia", reconoció el secretario general de la presidencia, Juan Villamayor.

"Esta es una guerra contra el crimen organizado, hay batallas que vamos a ganar (...) y bueno, hemos perdido una", agregó el principal asesor del presidente Mario Abdo Benítez.

Funcionarios del gobierno paraguayo dijeron que hubo complicidad de parte de empleados de la penitenciaría y el ministro del Interior dijo que el túnel fue probablemente un recurso para "legitimar la liberación". La ministra de Justicia, Cecilia Pérez, sostuvo que algunos reclusos llevaron consigo electrodomésticos y otros objetos personales antes de abandonar el penal.

Además de la búsqueda de los fugados, Abdo ordenó reforzar la presencia policial y militar alrededor de las cárceles en todo el país y mantener un contacto permanente con autoridades de Brasil para el control de la frontera seca que divide el departamento Amambay con el estado brasileño Mato Grosso do Sul.

La zona es considerada de tránsito para el tráfico de drogas y un lugar de operaciones de bandas como el PCC y el Comando Vermelho, otro grupo criminal poderoso de Brasil.

Sergio Moro

En los últimos años, el número de reclusos vinculados a estos grupos aumentó al igual que los intentos de fuga y motines en las sobrepobladas cárceles del país.

En septiembre pasado, el gobierno declaró emergencia penitenciaria poco después de la fuga de un líder del Comando Vermelho en medio de un ataque armado al móvil que lo trasladaba en Asunción.

Tres meses antes, un enfrentamiento entre reclusos del PCC y de un grupo rival en una cárcel del departamento San Pedro dejó 10 internos muertos, varios de ellos decapitados.

"Hay muchos responsables directos, cómplices y encubridores dentro del mismo gobierno y su sistema de seguridad (...) el crimen organizado se ha apoderado de las Instituciones del Paraguay", dijo el presidente del opositor Partido Liberal, Efraín Alegre, en una declaración.

"En política siempre las batallas perdidas van a ser más importantes que las ganadas", señaló por su parte Villamayor. "Pero la ciudadanía tiene que estar tranquila, la guerra contra el crimen organizado va a continuar", agregó.

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