Internet, una obsesión compartida por Biden y Alberto: el plan para ampliar el acceso al servicio de alta velocidad en EE.UU.
Biden quiere que se considere a la conexión de banda ancha como una necesidad básica, en línea con los servicios de agua y electricidad. El Senado ya aprobó el proyecto de ley que asigna la mayor cantidad de fondos federales jamás destinada a la banda ancha. Cómo sigue ahora.
Es el presidente de Estados Unidos, y está decidido a que la conexión de banda ancha en Internet se resignifique: que ya no sea considerada como "un servicio más", sino como uno de vital importancia en el siglo XXI, en sintonía con la necesidad básica del agua y la electricidad.
Por eso, el proyecto de ley de infraestructuras de un billón de dólares que Joe Biden promovió incluso antes de asumir la presidencia del país más poderoso del mundo, y que ayer fue aprobado por el Senado, incluye la mayor asignación de fondos federales jamás destinada antes a la banda ancha.
Concretamente, este proyecto de ley asigna 65.000 millones de dólares en dinero de los contribuyentes para ampliar el acceso a Internet de alta velocidad a millones de hogares que aún carecen de conexión.
Tras la aprobación del Senado, requiere la aprobación de la Cámara de Representantes, donde el debate se avizora más complicado, según The Wall Street Journal, y señala que con la industria de la banda ancha, se pone a prueba la apuesta del gobierno por avanzar en el sector privado.
La legislación cablearía comunidades de todo el país a las que las empresas no llegaron y subvencionaría las facturas de los hogares con bajos ingresos.
Las empresas privadas estarían obligadas a publicar detalles sobre sus productos, de forma similar a las etiquetas nutricionales de los alimentos, y a ofrecer planes de servicio de bajo costo si aceptan fondos federales para ayudar a construir redes, añade el WSJ.
Según sus defensores, la legislación redefine el servicio de banda ancha como una necesidad, más parecida a la del agua y la electricidad; a la que todo el mundo debería tener acceso.
Las estimaciones del gobierno demócrata señalan que en 2019, unos 14 millones de estadounidenses vivían en áreas sin Internet de alta velocidad mientras las estimaciones privadas elevan la cifra a 40 millones o más.
"Es un papel más sólido del gobierno en una parte clave de la economía", dijo Bharat Ramamurti, subdirector del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca. "Es una oportunidad, otra oportunidad, para demostrar que el gobierno puede trabajar realmente para la gente".
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