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El sueño de la humanidad de frenar el envejecimiento dejó de ser ciencia ficción. David Sinclair, genetista de Harvard y una de las mentes más brillantes en longevidad, asegura que ya logró revertir la edad biológica en animales y que en enero de 2025 comenzará a probarlo en humanos.

"Hemos logrado revertir el envejecimiento en ratones y monos; los ensayos en humanos comenzarán el próximo año", declaró el científico australiano en el pódcast Moonshots.

Estas palabras sacudieron a la comunidad científica mundial y abrieron un debate sobre las implicancias económicas y sociales de vivir más de 150 años.

La receta para "hackear" la vejez

Lo que Sinclair descubrió no es una píldora mágica, sino algo mucho más sofisticado: cómo reprogramar las células para que "olviden" su edad. El secreto está en los factores de Yamanaka, genes que solo están activos en embriones y que su equipo logró reactivar de forma controlada.

"No es ciencia ficción. Lo hacemos en mi laboratorio de manera rutinaria", afirmó el investigador, que ya publicó resultados sorprendentes en 2020. En uno de sus experimentos, ratones ciegos por daño en el nervio óptico recuperaron la vista después del tratamiento genético.

Los animales tratados no solo mejoraron físicamente, sino que mostraron marcadores biológicos de juventud. "Puedes mapear si el nervio óptico rejuvenece, y los datos muestran que la edad retrocede", explicó Sinclair.

El negocio de billones de dólares detrás de vivir más

Las implicancias van mucho más allá de la salud individual. Estudios de Harvard, London School of Business y Oxford calculan que añadir apenas un año de vida saludable a la población estadounidense tendría un impacto macroeconómico monumental.

"Un año extra de vida saludable puede valer billones para la economía", remarcó Sinclair. La ecuación es simple: menos gastos en salud y dependencia, más años de productividad laboral y consumo.

El científico puso como ejemplo a su propio padre, que a los 80 años sigue trabajando y disfrutando la vida: "Si la población promedio fuera como mi padre, el mundo sería muy diferente".

La inteligencia artificial acelera la carrera

Inicialmente, el equipo de Harvard trabajaba con terapias genéticas complejas y costosas, basadas en vectores virales. Pero ahora la inteligencia artificial cambió las reglas del juego.

"La inteligencia artificial nos permite hacer en meses lo que antes tomaba miles de años", explicó Sinclair. Sus algoritmos analizan millones de compuestos químicos para identificar moléculas rejuvenecedoras que se puedan tomar como pastillas.

La visión es ambiciosa: "Imagina que en unos años solo necesites tomar una pastilla durante cuatro semanas para rejuvenecer".

2025: el año clave para la humanidad

Los primeros ensayos clínicos empezarán en enero próximo y se enfocarán en enfermedades oculares como glaucoma. La estrategia es pragmática: el ojo es accesible y permite medir resultados objetivos rápidamente.

Si funciona, el siguiente paso será atacar el Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y otros males asociados al envejecimiento. Pero la meta final es aplicar la terapia a todo el cuerpo.

En laboratorio, ratones tratados vivieron 101% más que los de control. Si esto se tradujera a humanos, podríamos estar hablando de duplicar la esperanza de vida.

Los multimillonarios que apuestan al futuro

El financiamiento privado está llegando desde Silicon Valley y el mundo cripto. Jeff Bezos, Brian Armstrong (CEO de Coinbase) y Sam Altman (OpenAI) ya pusieron plata en estas investigaciones.

Pero Sinclair advierte sobre un problema: "Recortes de financiamiento ponen en riesgo el avance de la ciencia y la vida de millones". El estigma académico hacia los estudios sobre envejecimiento y los altos costos siguen siendo barreras.

"Nuestro objetivo es que estas terapias sean accesibles para todos, no solo para unos pocos", aclaró el científico, consciente del riesgo de crear una sociedad dividida entre quienes puedan pagar la juventud eterna y quienes no.