Elecciones en Portugal: se reducen las chances de una mayoría en el Parlamento

Si bien es probable que el Partido Socialista de Antonio Costa haga una buena elección, la distancia con la oposición se está acortando y es probable que esté obligado a negociar con otros partidos.

El próximo domingo  Portugal renovará 230 diputados  y, según indican las encuestas, todo parece apuntar a que los socialistas del primer ministro Antonio Costa ganarán los comicios, aunque no les alcanzaría para tener una mayoría absoluta, escenario que los obligaría a buscar un acuerdo con uno o varios partidos para mantenerse en el poder.

A medida que la diferencia entre el partido de Costa y sus adversarios se reduce –hace sólo una semanas el PS se posicionaba alrededor del 40%, unos 15 puntos por encima de la oposición-  una mayoría absoluta para Costa parece poco probable ahora.

Sin embargo, Costa continúa aferrándose  a la disciplina fiscal para preservar los resultados de la austeridad impuesta tras la crisis de la deuda de Portugal en 2011. Y la estrategia parece no haberle funcionado del todo mal teniendo en cuenta que actualmente Portugal registra el  déficit presupuestario más bajo en los 45 años. Además, se prevé que este año la economía crezca alrededor de 1,9% este año, por encima de la media de la UE.

Un acuerdo con el Partido Personas-Animales-Naturaleza (PAN) es el posible nuevo escenario de esta elección: algunas encuestas indican que el PAN podría alcanzar unos cuatro escaños o más, suficiente para asegurarle el poder que necesitan  los socialistas. Por su parte, el PAN ha dicho que está dispuesto a apoyar a un gobierno socialista si se compromete con algunas de sus propuestas ambientalistas.

Aunque el PAN parece su aliado más seguro, Costa podría tratar de renovar su pacto con los comunistas y el Bloque de Izquierda. Eso implicaría, a cambio, exigencias  más radicales como el aumento del gasto público, gravar a los ricos, aumentar las indemnizaciones por despido y nacionalizar las empresas de energía.  Un contraste claro con las intenciones del gobierno de Costa de cara a 2020, que está más cerca del control del gasto público, superávit fiscal e incentivos para seducir a las empresas y las inversiones extranjeras.

Portugal salió de la crisis aunque le dijo no a la austeridad

Si ninguno de estos escenarios funcionara, el oficialismo todavía podría gobernar en minoría. Sería una jugada arriesgada que podría trabar el funcionamiento de la Asamblea, obligando a negociar cada ley con los partidos.

En todo caso, la posibilidad de que la oposición de vuelta la elección parece casi imposible. El referente de la oposición, el Partido Social Demócrata sufrió su peor derrota (22%) en las elecciones europeas de mayo pasado y todavía se están recuperando. De hecho, es probable que pierdan bancas con respecto a 2015.

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