Elecciones presidenciales: Ecuador se define por la vuelta al 'correísmo' o una salida liberal

Desgastado por la pandemia, el país irá a los comicios en medio de un clima social de escepticismo (los indecisos rondan el 40%) y una feroz crisis económica que ya dejó dos millones de nuevos pobres

El próximo domingo Ecuador irá a elecciones en un clima social dominado por la pandemia y la crisis económica. Un récord de 16 candidatos compiten por la presidencia, pero los tres más instalados son el exbanquero Guillermo Lasso (Creo); el dirigente indígena, Yaku Pérez (Pachakutik); y el candidato de Rafael Correa, Andrés Arauz (Movimiento Centro Democrático). Además, se elegirán 137 legisladores, entre asambleístas nacionales y provinciales, y cinco del Parlamento Andino.

La difícil coyuntura del país se refleja en la baja popularidad del presidente Lenín Moreno (su nivel de aprobación no supera el 10%), que ni siquiera pudo definir un sucesor. Si bien los últimos sondeos le dan la ventaja a Arauz (economista, 35 años), ninguno de los candidatos parecería tener los votos suficientes para superar la barrera del 50% o del 40% con 10 puntos de diferencia. La mayoría de las consultoras coinciden en un escenario de segunda vuelta entre Arauz y Lasso.

Los ecuatorianos llegan a las urnas con un alto nivel de escepticismo (los indecisos rondan el 40 %) y desgastados por el coronavirus, que provocó 15.000 muertes, y hundió al país en la crisis económica marcada por el desempleo (6,6%); la retracción de la actividad (el segundo trimestre de 2020 cerró en -12,4%, la mayor contracción del PBI en 30 años, y el tercero en -8,8%, marcado por la caída de la inversión y el consumo) ; y alrededor de dos millones de nuevos pobres.

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Sobre esa compleja coyuntura económica emergen propuestas antagónicas de superar la crisis. Por un lado, frente a los grandes recortes impulsados por Moreno, Arauz propone un retorno al aumento del gasto público (cercano al 1,5% del PBI, según le dijo al Financial Times) y prometió entregar u$s 1000 a un millón de familias sólo en su primera semana de gobierno. Eso equivale al 13% de las reservas (u$s 7377 millones) en el Banco Central de Ecuador.

También propone romper el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por u$s 6500 millones que Ecuador firmó en agosto pasado. "Con organismos como el FMI, nosotros no vamos a cumplir las condiciones previamente pactadas con el gobierno de Moreno porque la gran mayoría de los recursos ya fueron desembolsados en los primeros meses, sin embargo, las condiciones más fuertes quedan para el siguiente gobierno. (...) En segundo lugar, porque las condiciones que se nos exigen son absolutamente draconianas y afectan al bolsillo de las familias ecuatorianas y la posibilidad de lograr un programa de recuperación y crecimiento económico más acelerado", le dijo Arauz a EFE.

Además, el exfuncionario de Correa propone una "transformación y diversificación" de la matriz económica ecuatoriana -dependiente del petróleo- y quiere apostar por el desarrollo industrial y agrícola del país.

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Del otro lado Lasso, más popular entre los inversores, tiene una meta de déficit cero apuntalada por el aumento de los ingresos petroleros, la inversión extranjera y el control del gasto. De hecho, planea aumentar la producción petrolífera desde los actuales 520.000 barriles por día a 700.000 (b/ d), según le dijo al Financial Times.

Más allá de la polarización, ambos candidatos coinciden en una cosa: ninguno de los dos está de acuerdo con el aumento del IVA sugerido por el FMI, aunque Lasso dijo que reconocería el acuerdo firmado durante el gobierno de Moreno. "Lo que le preocupa a un organismo como el Fondo Monetario Internacional (...) es que el Ecuador ponga en orden las cuentas fiscales y hay manera de ponerlas en orden sin subir el IVA", afirmó el candidato conservador días atrás.

Lasso también dijo que respetará los términos de la reestructuración de la deuda, de casi u$s 17.400 millones y es otro de los temas que más preocupa a los inversores. Arauz criticó el canje de bonos porque en su opinión favoreció a los acreedores y sobrevaloró la deuda de Ecuador, pero dijo que por ahora no está en sus prioridades de gobierno.

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Otro tema en el que los candidatos coinciden es en fortalecer la dolarización que rige la economía ecuatoriana desde hace 20 años. Aunque en el pasado Arauz fue crítico de ese sistema, en una entrevista con el FT, el candidato dijo que "la dolarización está para quedarse (...) Hay que reforzarla con medidas creativas para tener mayores multiplicadores internos de la base monetaria". Más previsible, uno de los ejes de la campaña de Lasso es defender el sistema.

Si ninguno de los candidatos logra imponerse, el calendario marca que la segunda vuelta será el próximo 11 de abril y en mayo asumirá el nuevo gobierno.

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