Enfermero, de 24 años, español, homosexual, apaleado ferozmente, murió a consecuencia de una golpiza el fin de semana. Y mientras las autoridades buscan esclarecer los motivos del crimen de Samuel Luiz Muñiz, recabando testimonios y analizando las grabaciones de cámaras de seguridad, miles de personas salieron anoche a las calles en varias ciudades de España para reclamar justicia.

Los colectivos LGTBI españoles fueron los que encabezaron las marchas, en vistas de los tintes homófobos del ataque que acabó con la vida de Luiz. No es una cuestión de nicho, sino de Estado: el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, exhortó: "Fue un acto salvaje y despiadado. No daremos ni un paso atrás en derechos y libertades. España no lo va a tolerar".
Los informes locales señalan que en la madrugada del sábado, el joven fue agredido a la salida de una discoteca en La Coruña, en el noroeste español, por parte de varias personas, incluida una que vociferó un insulto homófobo. Luiz, que era un auxiliar de enfermería, fue hallado inconsciente y pese a los intentos por reanimarlo, falleció.
Una amiga del joven, que estaba con él esa noche, le relató a La Opinión de Coruña cómo fue el ataque que se produjo en la confluencia del paseo marítimo con la avenida de Buenos Aires, en A Coruña.
Explicó que ni ella ni Samuel conocían a los agresores, aunque, buscándolos después en redes sociales con sus amigos, supieron que eran de A Coruña.
Ellos habían salido de fiesta y, sobre las tres de la mañana, hicieron una videollamada "a una amiga". Entonces, un chico, que iba acompañado de una joven, pensó que los estaban filmando a ellos y les gritó que parasen de grabarlos. Lina y Samuel les explicaron que la videollamada no tenía nada que ver con ellos, pero no sirvió:"Para de grabarnos si no quieres que te mate, maricón", le gritó. A lo que Samuel replicó: "Maricón, ¿de qué?". Y a partir de ahí se desencadenó la agresión.
El joven se fue corriendo hacia Samuel y empezó a "empujarlo" y a pegarle hasta dejarlo en el suelo. Fue entonces cuando un joven negro que pasaba por allí se metió en la pelea y consiguió rescatar a la víctima de los golpes de su agresor. "Yo entonces ya estaba más tranquila y Samuel me dijo sus últimas palabras, que mirara a ver si estaba el móvil por ahí", rememora Lina. Pero el agresor desconocido regresó acompañado por seis personas más, y lo agredieron hasta dejarlo moribundo mientras lo insultaban.

De día y de noche, ya sea con marchas multitudinarias, filas con protocolo por el coronavirus o pequeños grupos dentro de instituciones, se expandieron las protestas y reclamos por el crimen del enfermero.

"Justicia para Samuel. Homofobia y fascismo son lo mismo", apuntó la gigantesca pancarta que portaban los manifestantes anoche en la marcha en la Puerta del Sol de Madrid.
Miles de personas se congregaron para protestar, algunas con la bandera del Orgullo, convocadas por numerosos colectivos LGTB+ (lesbianas, gays, trans, bisexuales y otras diversidades de género), reclamando "Justicia para Samuel". "No son golpes, son asesinatos". "Stop homofobia", "Todo lo que me importa es vivir" o "Nos están matando", reclamaron.
Entre otros famosos que expresaron su angustia e indignación por este crimen, el primero fue el cantante Alejandro Sánz, el sábado, mostrando las contradicciones que aún habitan en parte de la sociedad.
Este martes, diario de la Coruña señalaban que el "agravante de orientación sexual eleva una pena por homicidio de 12 a 15 años de cárcel" y el Código Penal español establece condenas por delito de asesinato de 15 a 25 años.



