El déficit de cuenta corriente de Brasil se redujo más de lo previsto en enero, con u$s 4.310 millones, indicó el Banco Central, y señaló que fue la mejor cifra para ese mes en ocho años.

Además fue inferior al pronóstico de u$s 4991 millones calculado en un sondeo de analistas para Reuters. La inversión extranjera directa sumó u$s 6466 millones en enero, superando los u$s 3800 millones pronosticados.

En tanto, el jefe del Banco Central de Brasil, Ilan Goldfajn, evaluó que la reducción de la inflación, la caída de las tasas de intereses y la recuperación económica fueron los principales "impactos positivos" en la economía más grande de América Latina en el 2017.

"Hay que seguir con la política de ajustes y reformas si queremos que la inflación siga bajando y, así, solidificar los avances que estamos empezando a ver ahora en el país". Goldfajn también afirmó que el Banco Central prevé una sólida recuperación económica este año, con la inflación en la meta, aunque advirtió de riesgos.

La semana pasada, el presidente Michel Temer abandonó sus esfuerzos por lograr la aprobación de una reforma al sistema de pensiones antes de la elección presidencial de octubre, aunque a comienzos de 2018 llegó a decir que de ese proyecto de reforma del sistema de jubilaciones dependía "el futuro" del país.

La decisión de suspenderla, así como el "persistente y gran déficit fiscal", fue decisiva para que la agencia de calificación de riesgo Fitch Ratings rebajara en un escalón la nota de Brasil al pasar de "BB" a "BB" con una perspectiva "estable".

"La rebaja de Brasil refleja el persistente y gran déficit fiscal, la creciente deuda pública y la falta de legislación sobre reformas que mejorarían el desempeño estructural de las finanzas públicas", señaló Fitch.