

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, concretó ayer un giro rotundo de cara a la segunda etapa de su mandato al anunciar un drástico cambio de ministros, incluida la salida de su círculo político más estrecho y la designación de un ex funcionario del FMI al frente de la cartera de Hacienda.
"Hoy es tiempo de dar un nuevo impulso a la tarea de Gobierno (...). Esta fase requiere poner renovadas energías y rostros nuevos", argumentó la mandataria, quien intenta con este anuncio aplacar la crisis política abierta por una serie de escándalos de corrupción, uno de los cuales tiene a su propio hijo como protagonista, y revertir el desplome de su popularidad (hoy en 29%).
La sorpresa en el cambio de gabinete la dio la salida del ministro de Hacienda, Alberto Arenas, quien lideró la discusión sobre la Reforma Tributaria y era resistido por el sector empresarial, que nunca vio con buenos ojos su desempeño, para ser reemplazado por el hasta ayer presidente del Banco Estado, Rodrigo Valdés, militante del Partido Por la Democracia y ex subdirector del Departamento Europeo y de las Américas del FMI. Además de que es la primera vez que sucede desde el regreso a la democracia que haya un cambio en esa cartera, se trata de una incorporación impensada hace 14 meses, cuando Bachelet asumía con un discurso de izquierda y críticas al gobierno de derecha de Sebastián Piñera.
El otro cambio significativo es la salida del hasta ayer ministro del Interior, el socialdemócrata Rodrigo Peñailillo, considerado hijo político de la presidenta, quien cayó en desgracia por el mal manejo de los escándalos de corrupción. Asume en su lugar el democristiano Jorge Burgos, quien ya dijo que privilegiará el diálogo y la búsqueda "de grandes acuerdos".
"No es un cambio cosmético. Es un cambio político y como tal va implicar una reevaluación en el proceso reformista", opinó Mauricio Morales, politólogo de la Universidad Diego Portales.
"Es una señal de moderación", según el politólogo Patricio Na via.
Bachelet mantuvo en su cargo al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, a la cabeza de una de sus reformas "estrella".


