CRECE EL TEMOR DE UNA GUERRA COMERCIAL MUNDIAL

Republicanos de EE.UU. buscan eximir a México y Canadá de aranceles al acero y aluminio

Tanto China como Reino Unido hasta los legisladores en el Congreso estadounidense, tratan de convencer a Trump de no aplicar tarifas a esos metales

El presidente estadounidense, Donald Trump , causó indignación en el mundo al anunciar aranceles a las importaciones estadounidenses de acero (25%) y aluminio (10%) para algunos países, y amenazar con imponer "tasas recíprocas" a los socios comerciales de EE.UU. que decidan responder con medidas similares.

China  "no quiere una guerra comercial" pero no será indiferente a esas amenazas, advirtió Pekín. "Si toman medidas que perjudiquen a los intereses chinos, en absoluto nos quedaremos de brazos cruzados, recalcó Zhang Ysui, portavoz de la Asamblea Nacional Popular. China es el principal fabricante mundial de acero y de aluminio pero la venta de estos metales a EE.UU sólo constituye el 1% de sus exportaciones totales a ese país. Así, sólo se vería afectado marginalmente por las nuevas tasas, a diferencia de los productores de acero canadienses, brasileños, mexicanos, entre otros que dependen mucho del mercado estadounidense.

En EE.UU, incluso los republicanos en el Congreso tratan de que Trump dimensione que el aumento de los aranceles desataría una guerra comercial que hasta podría detener las ganancias recientes de la economía.

Uno de los que buscan convencerlo es el presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, y otro es el presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, Kevin Brady.

Mientras en Ciudad de México concluye hoy la séptima ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), Brady dijo que todo el acero y el aluminio comerciados justamente deben ser excluidos de los aranceles de Trump, especialmente aquellos de los socios de Tlcan: Canadá y México.

U.S. President Donald Trump waves upon his arrival in West Palm Beach, Florida, U.S., March 2, 2018. REUTERS/Kevin Lamarque

"Creo que también podemos presentar argumentos muy sólidos en favor de otros países", dijo Brady citado por El Economista.

Canadá es el mayor proveedor individual de esos metales a EE.UU. y sostuvo que cualquier tarifa sería totalmente inaceptable. Brady dijo que él y otros "continuarán presentando el caso a la Casa Blanca sobre un enfoque inteligente que realmente apunte a productos comercializados injustamente".

El secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, le restó importancia al anuncio de los aranceles al afirmar que sus ingresos representarán apenas "una fracción" de la economía del país.

El director del Consejo Nacional de Comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro, explicó que los países no estarán excluidos de los aranceles porque eso sería complicado. Pero "habrá un procedimiento de exenciones para casos particulares donde debamos tener exenciones, para que los negocios puedan avanzar", dijo Navarro a la CNN.

La primera ministra británica, Theresa May, le expresó a Trump sus "profundas preocupaciones" por los aranceles. La industria británica del acero generó u$s 2210 millones en 2016, un 0,1% de la economía del Reino Unido.

El gobierno del primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, trata de aclarar con el gobierno de Trump si Australia será eximida de los aranceles anunciados.

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