Qué es el Brexit y por qué tiene en vilo al mundo

Los británicos fueron hoy a las urnas para votar un plebiscito definitorio para su futuro. El resultado podría cambiar el tablero geopolítico del norte.

"El referéndum debería tener lugar antes de finales de 2017. Si es antes, yo encantado", le había dicho a la cadena BBC el actual primer ministro británico, David Cameron, cuando buscaba su reelección a comienzos del año pasado.

Cuatro meses después, el mismo día en el que se reunió con la Reina de Inglaterra para dar inicio a su segundo mandato –el 8 de mayo de 2015–, Cameron ratificó su compromiso con la realización de un referéndum para que Reino Unido defina si el país debía seguir formando parte –o no–  de la Unión Europea. Esta semana esa promesa se hizo realidad: hoy los británicos podrán decirle sí o no a la UE.

¿Cómo llegó Reino Unido a preguntarle a sus ciudadanos si están a favor o en contra de la continuidad en Europa? Es que la discusión sobre una u otra posición es un viejo debate de la política interna británica.

Los sectores más conservadores han reivindicado durante años la necesidad de abandonar la comunidad de países europeos. Los argumentos son fáciles de imaginar: las trabas que supuestamente le impone el mercado común al crecimiento económico nacional, el impacto de las olas inmigratorias en el mercado laboral y la reivindicación de una mayor independencia del país.

No es la primera vez que Reino Unido acude a las urnas para responder a esta pregunta. En 1975, los laboristas habían impulsado la misma consulta: ¿querían los británicos permanecer en la Comunidad Económica Europea? En ese momento, hace 41 años y con la comunidad con solo dos años de historia, un 67% votó por el sí.

El impacto de la actual decisión de los británicos comenzó a contagiar el ánimo de los inversores londinenses. El indicador FTSE100 de la bolsa de Londres se desplomó 18% en seis días hasta la semana pasada, luego de que se conocieran encuestas que daban una ventaja de hasta 7 puntos a la salida, que los medios popularizaron como “Brexit , sobre la permanencia.

La racha negativa se cortó el 15 de junio, cuando una encuesta publicada por el diario The Sun mostró que se revertía la ecuación en favor de seguir formando parte de la UE. Un día después, la diputada militante por la permanencia Jo Cox fue asesinada en el norte de Inglaterra, y a partir de ese momento  las encuestas revelaron que los partidarios del Brexit fueron perdiendo terreno. El repunte de la bolsa se mantiene sostenido desde ese día, que hasta el cierre de ayer recuperó gran parte del desplome que había sufrido.

La pregunta que deberán responder los ciudadanos, después de un debate parlamentario, se definió así: ¿Debe Reino Unido seguir siendo un miembro de la Unión Europea, o debe abandonar la Unión Europea? Las opciones de respuestas son dos: “Remain a member (seguir siendo miembro) o “Leave (abandonar).

Obama, Merkel y otros líderes mundiales, de campaña por el “remain

En abril de este año, cuando la realización del referéndum ya se había confirmado, Barack Obama visitó Londres y aprovechó para llamar a los británicos a votar por la continuidad.

“La amistad implica ser honestos , fue la frase con la que Obama comenzó su mensaje a los ciudadanos, y luego aseguró: “Si nuestro amigo está en una organización que fortalece su poder, su influencia y su economía, creo que como amigo es mi deber decirle que seguir dentro es bueno para ellos .

La invitación de Cameron para que Obama visite Londres, escribió el FT, no era un interés exclusivo del primer ministro inglés, sino también evidencia una cierta inquietud de algunos sectores estadounidenses por la posible similitud de los votantes a favor del Brexit con los partidarios de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU.

La presidenta de Alemania, Ángela Merkel, dijo: “No puedo imaginar que esto (la salida) constituya una ventaja para los británicos.

Gerry Rice, vocero del FMI, también se refirió al asunto, al pronosticar en una conferencia de prensa que el Brexit abriría “un periodo de alta incertidumbre, volatilidad en los mercados y un crecimiento más lento, mientras el Reino Unido negocie su nueva relación con la UE .

¿Cómo afectaría a Reino Unido salir de la Unión Europea?

Las alertas están prendidas. Tanto desde los sectores financieros como los referentes de la política mundial advirtieron sobre las consecuencias negativas que podría tener para la economía inglesa si decide abandonar la comunidad europea.

George Soros, por ejemplo, pronosticó una caída del valor de la libra esterlina del 15% si triunfa el sí, y Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal estadounidense (FED), vaticinó que se abrirá un periodo de incertidumbre para la economía de Estados Unidos e Inglaterra si esto se concreta.

Más allá de los resultados económicos, lo que sí será difícil esquivar es la altísima tensión con la que se producirán las negociaciones para que finalmente la salida se concrete, justo en un momento en el cual los miembros menos favorecidos por la política económica impulsada por el Banco Central Europeo, como Grecia, siguen pagando los altos costos de cerrar con la troika los acuerdos necesarios para la asistencia financiera.

Si bien no forma parte del Espacio Schengen, que permite la libre circulación de los ciudadanos entre países sin tener que presentar pasaporte cada vez que cruzan las fronteras, y tampoco de la moneda común (el euro), Reino Unido participa del mercado común, que regula los intercambios comerciales hacia adentro y hacia afuera de la comunidad.

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