Para el biógrafo de Chávez, Maduro deberá enfrentar pruebas aún peores

El escritor y periodista venezolano, Modesto Emilio Guerrero, es un intelectual reconocido en las filas del PSUV. En esta nota analiza los desafíos que debe enfrentar el chavismo en medio de la profunda crisis política que atraviesa el país. Afirma que la oposición se debate entre el discurso moderado de Henrique Capriles o el radical de Leopoldo López.

El periodista venezolano Modesto Emilio Guerrero comparte su vida entre Caracas y Buenos Aires. Es un pensador sobre los actuales procesos políticos, sociales y económicos que atraviesan ambos países.

Ante los últimos sucesos que se desataron en su país natal, decidió dejar por un tiempo estas tierras porteñas para acompañar al gobierno de Nicolás Maduro y seguir de cerca la crisis ya que conoce el detrás de escena del poder político venezolano: fue diputado en 1983, militó en el movimiento venezolano obrero y en 2007 fundó el Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV) en Buenos Aires. Además, escribió varios libros sobre el proceso bolivariano. En 2007 publicó ¿Quién inventó a Chávez?, recientemente reeditada como “Chávez, el hombre que desafió a la historia”.

Consultado por Cronista.com sobre la crisis social en el país caribeño, para Guerrero el gobierno de Maduro “se puso firme” ante el accionar de la oposición y aunque a priori no ve un fraccionamiento dentro de las filas chavistas, pronostica que se avecinan tiempos más difíciles “y todo puede cambiar”.

Sobre la solidez del liderazgo de Maduro, afirma: “Si lo medimos por últimos resultados, da la impresión que está sólido. Al principio, Maduro, parecía vacilar, dudar, eso le permitió a los grupos de Leopoldo López quemar unas 35 instituciones públicas en Táchira, Mérida, Maracay y Caracas y generar un caos en las calles y temor en la gente. Pero ahora tomó las riendas. Algo parecido pasó entre noviembre y diciembre, tardó en reaccionar contra el colapso del sistema de distribución de alimentos y productos de higiene provocado por la burguesía comercial, y la especulación financiera que condujo a la devaluación. Pero con las medidas económicas de diciembre y enero, haber encarcelado a Leopoldo López y a una decena de estudiantes neonazis que incendiaron estaciones de metro, además de expulsar a los funcionarios de EE.UU, etc, indican que Maduro se puso firme".

Guerrero habla de las vacilaciones del sucesor de Hugo Chávez, uno de los puntos de cuestionamiento que han surgido dentro de las diferentes voces que componen el chavismo. Retomando la idea de las divisiones en el oficialismo, afirma: “Hay varios sectores internos. Pero eso no es noticia. Muerto Chávez, el gobierno se compone por acuerdo de cinco corrientes, una de ellas militar. Por ahora están unidas ellas y con los movimientos chavistas. Ese es el secreto de la gobernabilidad. Pero vienen pruebas peores”, vaticina el intelectual.

En la batalla que libra el chavismo contra la oposición, Maduro eligió esta vez un nuevo contrincante: Leopoldo López, a quién mandó a arrestar por considerarlo el artífice de las protestas en su contra. El cambio de figura desata un interrogante: ¿Qué pasó con Henrique Capriles, la promesa para cambiar el rumbo del país? “Leopoldo es la novedad, fue el líder de esta rebelión y representa el peligro mayor. Capriles está medio vencido en la MUD(Mesa de Unidad Democrática) por eso se ha moderado un poquito, él quiere ganar por elecciones, mientras que Leopoldo y Voluntad Popular representan lo contrario, lo que ellos llaman en sus documentos ‘El atajo‘, que significa no esperar hasta el 2018 para que Maduro finalice su mandato, como lo indica el calendario electoral.”, afirma el periodista.

En este escenario, Guerrero indica que hay una lucha de poder en el seno de la oposición y por estas horas se debaten entre el modelo de Capriles, con un mensaje más medido y abierto al diálogo o el discurso radical e intransigente de López. “Quieren desplazar a Capriles porque lleva cuatro derrotas seguidas y porque le dio la mano a Maduro en enero. Pero la cosa es más profunda es que Leopoldo Lòpez representa a una corriente de 8 o 10 mil estudiantes de universidades privadas que lo siguen como si fuera un líder carismático, esa corriente se formó en 15 años de resistencia al chavismo y están adquiriendo conductas, métodos e ideologías neo-nazis. Varios de ellos ya pertenecen a grupos como los de la Cruz Céltica, a la Fundación Internacionalista por la Democracia de Alvaro Uribe Vélez, ex presidente de Colombia, a FAES, otros están asesorados por Otpor, una entidad neo-nazi de Serbia que actuó en la Media Luna de Bolivia (denominación política informal de una zona ubicada en el oriente del país, que tiene como característica común que su población no es mayoritariamente indígena). Eso es lo nuevo en Venezuela, surge una corriente filo-fascista.”

El fantasma del golpe de Estado y la disputa con Colombia

A partir de las multitudinarias protestas en contra del gobierno, los hechos de violencia y la frágil situación económica por la que atraviesa el país, la idea de un golpe de Estado en Venezuela no parece imposible. Guerrero prefiere llamarlo “guerra de baja intensidad”. “En el país no existe, por ahora, ninguna posibilidad de golpe, porque la derecha no cuenta con capacidad militar operativa, ni mayoría en el parlamento para hacerlo al estilo paraguayo, no controlan la Corte Suprema para hacerlo al estilo hondureño. Entonces acuden a algo peor. Ellos están tratando de desmadrar la gobernabilidad, buscando las condiciones para una guerra civil localizada, como en Bengazzi, Ukrania o Sudán. Son las técnicas y recursos de que en teoría geopolítica contemporánea se llama ‘Guerras de baja intensidad‘ o de ‘cuarta generación‘.La Fundación de Uribe actúa, como mediación del Departamento de Estado de EE.UU., en el terreno con entrenamiento,asesoría y jefaturas encubiertas en el Estado Táchira”.

En este último punto, Guerrero retoma la denuncia formulada por Maduro quien incriminó directamente al ex mandatario colombiano de impulsar un “movimiento fascista” en el país y que por este motivo tomó la decisión de sacar del aire el miércoles pasado a la televisora por cable NTN24, que según dijo, es propiedad del ex mandatario colombiano.

Maduro también le pidió al actual gobernante colombiano, Juan Manuel Santos, que no le de “enseñanzas de democracia”, luego de que éste afirmara que en Venezuela se deportan y maltratan colombianos a la vez de mostrarse preocupado por las protestas y la represión policial en el país. Así, Maduro reavivó el conflicto entre Venezuela y Colombia el cual data desde la presidencia de Chávez. Respecto a Uribe, vale recordar que en 2008, el ex líder venezolano cortó relaciones con su vecino país y movilizó batallones militares en la frontera en respuesta a la operación militar que el gobierno Uribe realizó en territorio ecuatoriano para matar al comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Raúl Reyes y a otros 16 guerrilleros.

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