REACCION TRAS LAS MARCHAS PRO-IMPEACHMENT, MENOS MASIVAS QUE LO ESPERADO

Oposición busca acelerar la destitución de Dilma con figuras limpias de corrupción

Según la versión de medios locales, existe el consenso de que es inviable avanzar con el impeachment contra la mandataria con Cunha al frente. El plan sería separarlo del cargo

Tras las manifestaciones menos masivas que las anteriores del domingo pasado en las principales ciudades de Brasil para reclamar la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, la oposición comienza a poner en marcha un plan alternativo para forzar el impeachment contra la mandataria.
La idea que comienza a tomar forma en las filas opositoras, según publicó el portal de noticias Brasil247, es separar del cargo al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha (PMDB), sobre quien también pesa un pedido de juicio político por presunto cobro de sobornos en el marco del "Petrogate", reemplazarlo por otro político libre de corrupción y, de esta forma, seguir adelante con el juicio político contra la mandataria.
Según el sitio web, "los partidos opositores y grandes medios de comunicación llegaron a un consenso: un golpe teniendo al frente a Cunha es inviable". Ante este escenario, la estrategia consistiría en que Cunha renuncie a su cargo pero sin renunciar a su diputación a cambio de una pena menor en el Consejo de Ética por las acusaciones firmes que pensan en su contra. Luego se produciría una convocatoria a nuevas elecciones para designar a las nuevas autoridades de la Cámara baja y allí se eligiría a Jarbas Vasconcelos, también diputado del PMDB.
"Sin denuncias que lo empañen, Jarbas sería el candidato perfecto para continuar con la escalada que viabilice el impeachment. Crítico de Cunha y de Dilma, una vez en el cargo como presidente de la Cámara, el admitiria las llaamdas "pedaleadas fiscales" como motivo suficiente para el impeachment", dice Brasil 247. Incluso agrega que las conversaciones sobre este acuerdo ya estarían avanzadas y contarían con el aval del propio Cunha.
Un día después de las marchas a favor del juicio político contra Dilma, Brasil fue ayer un hervidero de especulaciones y rumores. La mandataria analizó ayer con sus ministros la repercusión de las protestas en todo el país. Si bien todos destacaron la baja en el número de participantes, coincidieron en que no es posible festejar ya que el movimiento por el "impeachment" puede resurgir en los próximos meses.
Entre los opositores, en cambio, señalaron que el éxito de las manifestaciones se deberá medir en el tiempo.
"Las protestas del domingo fueron un éxito. ¿Por qué?, porque lo que queríamos era calentar las turbinas", dijo el senador Cassio Cunha Lima, titular del bloque del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).
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