EL NUEVO DIRECTOR DE COMUNICACIÓN PROMETIÓ MEDIDAS DR STICAS PARA LOS FUNCIONARIOS QUE HABLEN

La Casa Blanca reaccionará contra las filtraciones

El nuevo director de Comunicación de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, dijo que una de sus primeras tareas será frenar las filtraciones de información a la prensa y que el personal será despedido si no se terminan. "Si no paramos las filtraciones, soy un hombre de negocios, por lo que tomaré medidas dramáticas para frenar esas filtraciones", aseveró en las entrevistas que concedió tras su asunción el viernes pasado, la cual generó la dimisión del portavoz Sean Spicer.

La contratación del financiero de Wall Street y recaudador de fondos para los republicanos lleva un estilo combativo a la oficina de prensa de la Casa Blanca en momentos en que Trump critica investigaciones sobre su campaña presidencial de 2016 y la eventual colusión con Rusia.

La semana pasada, The Washington Post informó que Trump y su equipo jurídico analizaron los poderes presidenciales para indultar a asesores, familiares y hasta al mismo mandatario. El sábado, Trump tuiteó que las filtraciones contra su gobierno eran un "crimen" y que él tenía "completo poder para indultar", tras lo cual Scaramucci aseguró que el mandatario no está pensando en indultar a sus allegados en el marco de la investigación por un presunto complot con Rusia para perjudicar a Hillary Clinton en las elecciones de noviembre pasado.

En el marco de las investigaciones, el yerno y asesor del presidente, Jared Kushner, comparecerá hoy y mañana a puertas cerradas ante las comisiones de Inteligencia del Senado y la Cámara de Representantes.

En tanto, el embajador de Rusia en Washington, Serguéi Kislyak, figura central en la investigación sobre la injerencia rusa en las pasadas elecciones, regresó a Moscú tras casi una década como enviado diplomático.

Kislyak "concluyó su misión" en la capital estadounidense este sábado, indicó la embajada en su cuenta oficial de Twitter, sin dar razones de su salida. El polémico embajador era considerado una figura clave en las redes de espionaje ruso, aunque su marcha se rumoreaba desde finales de junio.

Sus contactos con miembros del equipo de campaña y transición de Trump están siendo examinados con lupa por el Congreso de EE.UU. y el fiscal especial Robert Mueller, nombrado por el Departamento de Justicia para investigar la posible confabulación de la campaña del mandatario republicano con Rusia.
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