Hong Kong: el aplastante triunfo de los pro-democracia, un golpe para China

Con una particpación récord (71,2%) los candidatos prodemocráticos de Hong Kong lograron quedarse con 388 de los 452 escaños que estaban en juego

Tras meses de protestas y disturbios, muchas veces violentos, en Hong Kong, unas elecciones locales con una participación récord 71,2% del padrón– entregaron una victoria contundente a los candidatos pro democracia, lo que plantea nuevos problemas para China y aumenta la presión sobre la líder de la ciudad, Carrie Lam.

Lam dijo en una declaración que respetaba el resultado y que su Gobierno "escuchará los puntos de vista de la población con una mente abierta y una reflexión seria", sin ofrecer detalles concretos.

De las demandas clave de los manifestantes, hasta ahora el Gobierno sólo ha respondido a una: en septiembre, retiró formalmente el proyecto de ley de extradición que desencadenó las primeras protestas.

Algunos analistas le dijeron a Reuters que ahora Lam se vería sometida a una mayor presión para responder a las demandas de los manifestantes, entre ellas la exigencia de reformas democráticas y una investigación independiente de las acusaciones de brutalidad policial. Las tácticas policiales para hacer frente a las protestas han sido consideradas en gran medida como uno de los principales detonantes de los enfrentamientos.

El margen de maniobra de Lam, sin embargo, sigue siendo "muy limitado", según una grabación de voz obtenida por Reuters este verano, aunque la mandataria ha insistido en la necesidad de acabar primero con la violencia y detener el caos.

Es impostergable el freno de la violencia y los disturbios en Hong Kong

El domingo, con una inusual calma (horas antes se habían producido fuertes enfrentamientos entre la policía antidisturbios y los manifestantes opositores, que se habían atrincherado en varias universidades) casi tres millones de personas fueron a votar, permitiéndole a los candidatos pro democracia asegurarse 388 de los 452 escaños en juego. Hace cuatro años, sólo habían conseguido 100 concejales de distrito.

Si bien los concejales de distrito tienen poco peso político y se ocupan en gran medida de cuestiones de la gestión diaria, algunos analistas especulan que con sus despachos, financiación y redes, les podrían dar a los demócratas una palanca adicional para influir en las decisiones políticas, mientras continúan las protestas.

"La mayoría de la gente piensa que el millón de votantes adicionales salieron a enviar un mensaje político al Gobierno, que todavía apoyan a los manifestantes y que están insatisfechos con el Gobierno", dijo Ma Ngok, cientista político de la Universidad China de Hong Kong.

"El Gobierno y los partidarios de Pekín siempre han afirmado que cuentan con el apoyo de la opinión pública", añadió Ma. "Pero ahora.... esto es una gran bofetada en la cara porque la población ha mostrado su posición real en cifras récord".

Hong Kong representa el fracaso del proyecto de Xi Jinping para China

Lo Kin-hei, un concejal de distrito pro-democracia que fue reelegido, dijo que los comicios eran en efecto un "voto de censura" a la clase dirigente, incluida la líder de Hong Kong, y a importantes dirigentes chinos como Zhang Xiaoming, director de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao.

De hecho, según  Lo Kin-hei , un conejal  pro-democarcia, los concejales de distrito, que manejan alrededor de u$s 1 millón en fondos al año, podrían proporcionar recursos para ayudar a que continúe el "impulso del movimiento de protesta", le explicó a Reuters.

Del lado pro-China, los líderes del principal partido político, el DAB, hicieron examen de conciencia y pidieron disculpas, y su líder Starry Lee ofreció renunciar.

Escenario adverso para China

Muchos distritos del consejo, dominados en su mayoría por fuerzas apoyadas por el Frente Unido de China –liderado, a su vez, por el Partido Comunista de Xi Jinping– se enfrentaron a una participación electoral sin precedentes –tres cuartas partes de la población–  lo que contribuyó a poner de relieve un profundo apoyo al movimiento de protesta, a pesar de la violencia ocasional de los manifestantes.

La probabilidad de que Pekín ofrezca nuevas concesiones a corto plazo sigue siendo escasa, según los analistas, dada la postura rígida adoptada hasta ahora. De hecho, sólo un día después de que el Tribunal Supremo de Hong Kong declarara inconstitucional la polémica prohibición del uso de máscaras, la legislatura china dijo que los tribunales de Hong Kong no tienen poder para decidir sobre la constitucionalidad de la legislación en virtud de la Ley Fundamental de la ciudad.

La postura de China es tan estricta con respecto a Hong Kong que se está tornando contraproducente para el gigante asiático en su relación con otros países. Mientras Estados Unidos y China siguen negociando la fecha y sede de la firma de la Fase 1 del acuerdo que marcaría un principio de tregua en la guerra comercial, Donald Trump debe decidir si promulga una ley aprobada por el Congreso norteamericano–de manera unánime en el Senado, y por 417 votos a favor y sólo 1 en contra en la Cámara de Representantes –, que impone sanciones a las violaciones de los derechos hunanos en Hong Kong . Pekín ha sido muy claro en su intención de que el presidente norteamericano vete la ley.

Hong Kong regresó al Gobierno chino en 1997 con la promesa de un alto grado de autonomía, pero la erosión de las libertades por parte de China ha alimentado el extendido resentimiento, sumando presión a la actual crisis política.

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