Exclusivo: la transcripción completa del polémico audio del vice de Brasil

Hoy se filtró un audio en el que Michel Temer brinda un mensaje al pueblo brasileño, dando por hecho que el plenario de la Cámara de Diputados brasileña aprobará el juicio político en contra de la presidenta Dilma Rousseuff. Lea aquí la transcripción completa en español. 

Quiero dirigirme en este momento al pueblo brasileño, para hablar sobre algunas de las cuestiones que pienso que debo enfrentar a partir de ahora.

Y lo hago, por supuesto, con mucha cautela, porque en realidad todos saben que hace más de un mes que me recluí exacta y precisamente para no que no parezca que iba a cometer ningún acto o practicado algún gesto con el fin de tomar el lugar de la señora Presidenta la República.

Me recluí cuanto pude, pero, evidentemente, en este periodo se me acercaron muchos que estaban afligidos por la situación de nuestro país. Pero ahora, cuando la Cámara de Diputados está por tomar decisión definitiva para declarar la autorización del proceso de apartamiento contra la señora Presidenta, muchos acuden a mí para que diga al menos algunas palabras preliminares a Brasil, lo que hago, muy modestamente y con mucha cautela y mucha moderación, pero también en virtud de mi condición de vicepresidente y natural sustituto constitucional de la señora Presidenta de la República.

Quiero decir que aún tenemos por delante un largo proceso, que debe pasar a través del Senado. Asíque todas mis palabras deben tomarse en cuenta únicamente en relación a la decisión de la Cámara de Diputados. Mis palabras son provisorias, ya que tenemos que esperar y respetar la decisión soberana que el Senado tomará sobre este tema, tanto sea la admisión del juicio político, como el final del proceso, es decir el juicio mismo. Así que quiero rendir homenaje en estos momentos al poder Legislativo, tanto en la Cámara de Diputados que ya debatió ampliamente este tema, como al Senado Federal, que deberá debatirlo. 

Y también quiero comunicar a amigos y colegas, figuras públicas, los senadores de la mejor formación, de la mejor sabiduría, que esperaré respetuosamente la decisión del Senado Federal. No quiero dar ninguna otra señal. Podría imaginar lo que diría después de la decisión del Senado, pero todos los que me escuchan saben que, cuando haya una decisión definitiva, la decisión del Senado, tengo que estar preparado para enfrentar los graves problemas que hoy aquejan a nuestro país.

Desde luego, quiero decir a los que me han escuchado, que he repetido la verdad, que vengo diciendo desde hace un tiempo. Los senadores saben, los brasileños saben, que hace más de ocho o diez meses que vengo haciendo declaraciones sobre la pacificación del país, porque es chocante, por no decir muy triste, ver a los brasileños peleando entre ellos. La disputa de ideas...hasta ahí está bien. Pero cuando eso pasa a una agresión física, eso no puede suceder en nuestro país.

Por lo tanto ahora la gran misión, a partir de este momento, es la pacificación del país, la reunificación del país. Estoy repitiendo lo que he estado diciendo durante mucho tiempo como responsable de una parte de la vida pública nacional. 

Debo decir también, y esto es para ahora y para lo que acontezca en un futuro, que necesitamos un gobierno de salvación nacional y por lo tanto de unidad nacional. 

Es necesario que se unan todos los partidos políticos y todos los partidos políticos deben estar dispuestos a dar su colaboración para sacar al país de la crisis. Sin esta unidad nacional, creo que va a ser difícil sacar al país de esta crisis en la que nos encontramos. Necesitamos el diálogo. La clave ahora es el diálogo. En segundo lugar, la comprensión. En tercero, para no engañar a nadie, la idea de que vamos a tener una que hacer muchos sacrificios hacia delante. Sin sacrificios no conseguiremos avanzar para retomar el crecimiento y el desarrollo que ha guiado la actividad de nuestro país en los últimos tiempos antes de esta última administración.

Entonces es necesario retomar el crecimiento y no quiero que esto sean palabras vacías. Tengo mucha convicción, porque muchos me dicen que el cambio puede generar esperanza y que, generando esperanza, esto puede atraer inversiones, no sólo la inversión interna, sino también la inversión extranjera. Necesitamos restaurar la confianza en el estado brasileño, en las potencialidades del Estado brasileño. Debo decirles a los que me escuchan que hice muchos viajes internacionales en nuestro primer mandato y verifiqué lo mucho que otros países, que tienen mucho dinero en sus manos, quieren invertir en Brasil. Es decir, que quieren creer en Brasil.

Lo que pasó en estos últimos tiempos fue un descrédito con nuestro país y el descrédito conduce a la ausencia de crecimiento, a la ausencia de desarrollo, que hizo que retornara la inflación. Tenemos la absoluta convicción de que debemos prestigiar al sector privado. Es necesario que los empresarios del sector industrial, del sector de servicios, del sector agrícola, del sector agroindustrial, de los diversos sectores nacionales, se sumen nuevamente a las inversiones.

Al decir esto, ¿estoy pensando sólo en aquellos que pueden invertir? No. Estoy pensando en mantener los logros sociales de los últimos tiempos. Por ejemplo, el empleo es algo clave para todos los brasileños. Así que para que haya trabajo, es necesario que haya conjunción entre empleadores y trabajadores. Sólo habrá puestos de trabajo si la industria, el comercio, las actividades de servicios van bien. A partir de ahí, si usted tiene un trabajo, se puede reanudar el trabajo.

Por otro lado, debo decir también que dentro de un proyecto de pleno empleo, tenemos que mantener ciertos asuntos sociales, porque todos sabemos que Brasil sigue siendo un país pobre. Por lo tanto, y sé que dicen de vez en cuando que, si nos hacemos cargo, vamos a terminar con el Bolsa Familia, vamos a terminar con con Pronatec, vamos a terminar con la Fies. Esto es falso. Es una mentira y es el resultado de esa política rastrera que se hizo cargo del país. Así que en este particular, quiero decir que debemos mantener estos programas e incluso, si es posible, revalorizarlos y extenderlos hasta que, y quiero dejarlo claro, la Bolsa Familia, por ejemplo, sea una etapa del Estado de Brasil . De aquí a unos años, es posible que la empleabilidad haya llegado a un nivel tal que ya no haya más necesidad de la Bolsa Familia. Pero como la necesidad persiste, vamos a seguir con Pronatec, Fies, Prouni y todos estos proyectos que dan certeza al país.

Doy un mensaje a aquellos que tienen capital y a aquellos que quieren un anuncio de trabajo y lanzo un mensaje a los que tienen trabajo. Por supuesto animaremos fuertes asociaciones público-privadas en la medida que eso pueda crear trabajo en el país.

Tenemos la absoluta convicción de que hoy en día, más que nunca, el Estado no puede hacer todo solo. El Estado depende del involucramiento de los sectores productivos del país. Los empleadores de un lado, los trabajadores por el otro. Son estos sectores productivos que, aliados, van a traer prosperidad al Estado brasileño.

El Estado brasileño tiene que cuidar la seguridad, la salud, la educación, en pocas palabras, algunas cuestiones fundamentales que no pueden salir de la arena pública. Pero también tiene que cuidar la iniciativa privada. La iniciativa privada en el sentido de la conjugación de la acción entre los empleadores y los trabajadores. Y, en particular, queremos hacer varias reformas que incentiven esa armonía entre estos dos sectores de la producción brasileña.

Todo esto que estoy diciendo significará, debo aclarar, sacrificios iniciales para el pueblo brasileño en primer lugar. En segundo lugar, no quiero crear falsas expectativas. No pensemos que, si hay un cambio de gobierno, en tres o  cuatro meses todo se resuelve. En tres o cuatro meses se puede empezar a resolver el asunto a largo plazo. Si hay o no gobierno de transición, estas son sugerencias que estoy haciendo al gobierno que llegue para quedarse. No son sugerencias, repito, no son sugerencias hechas por mí o formadas esta vez, sino que fueron hechas a lo largo del tiempo.

Hay reformas que son fundamentales para el país. Todos lo sabemos. Ahora, cualquier reforma no alterará los derechos adquiridos por los ciudadanos. Pero tenemos que preparar el el país del futuro. Muchos temas están incluso en trámite en el Congreso Nacional y nosotros queremos tener una base parlamentaria muy sólida que nos permita a hablar no solamente la clase política, sino también hablar con la sociedad. 

Todos saben, los que asistieron a mis conferencias en los últimos tiempos, que hago una distinción y una conjunción entre el gobierno, la gobernanza y la gobernabilidad. El Gobierno son los órganos constituidos, es decir, el Ejecutivo legislativo y judicial. La gobernanza viene del apoyo político que el Gobierno obtenga de los partidos políticos y del Congreso Nacional. Pero se necesita más que eso. Se necesita gobernabilidad. La gobernanilidad exige que haya una aprobación popular del propio gobierno. Por lo tanto, la clase política unida con el pueblo dará lugar al crecimiento del país y, por tanto, el apoyo del gobierno. Son estos tres factores que vamos a buscar.

Por supuesto, no voy a hablar aquí de las reformas que son fundamentales, ya que será el resultado de un trabajo a lo largo del tiempo. Pero, ¿cómo no pensar de una reforma política? ¿Cómo no pensar una reforma tributaria? Y, evidentemente, que la reforma fiscal representa otro problema, que es la revisión del pacto federal. Porque cada vez que se piensa en una reforma tributaria, se está pensando en la distribución de competencias y recursos a las entidades federativas.

Es preciso, más que nunca, que las entidades federativas tengan una verdadera autonomía. Es decir, que tengamos un federalismo real y no un federalismo artificial, como ha sucedido en los últimos tiempos. Sé, por ejemplo, la gran dificultad que tienen los estados y municipios en la actualidad. Hay estudios sobre la posible amnistía o perdón de parte de la deuda y a una revisión del interés que pagan las unidades federales. Vamos a llevar esto adelante. Vamos a estudiarlo con mucho detenimiento y vamos a llevar eso adelante porque la fuerza de la Unión también se deriva de la fuerza de los Estados y de la fuerza de los municipio. La fuerza de estas entidades federales depende de la buena voluntad y del apoyo de la clase política y el pueblo brasileño.

Hay asuntos polémicos como la relacionada con la legislación laboral y la legislación de seguridad social, por lo que vamos a hacer un gran diálogo nacional donde se va a olvidar ningún sector, ni los trabajadores, ni los empresarios, ni el pueblo brasileño. 

Sin embargo, cualquier modificación que se haga será para asegurar el futuro, incluso de aquellos que ya reciben un salario, los que reciben la jubilación. 

En estos términos vamos a trabajar. Es decir, el diálogo por un lado, y una conjugación de esfuerzos por otro serán la base, digámoslo así, de nuestro trabajo. 

Este es el mensaje que yo quería dejar al pueblo brasileño.

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