México dio asilo político a Morales mientras Bolivia define su sucesión

El hasta ayer presidente del estado boliviano aceptó la oferta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. 

Luego de varias horas sin que se conociera el paradero de Evo Morales, el gobierno mexicano declaró formalmente, a través de su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que le concedió asilo político al expresidente "por razones humanitarias y en virtud de la situación de urgencia que se enfrenta en Bolivia, en donde su vida y su integridad corren riesgo".

Ebrad comentó que Morales había solicitado "verbal y formalmente" asilo en su país, tras la invitación previa del gobierno mexicano. La escalada de violencia –que incluso llegó a la propia casa de Morales, en Cochambamba, donde se registraron destrozos y pintadas–obligó a la policía de La Paz a pedir la intervención de las Fuerzas Armadas bolivianas.

Por su parte, a través de Twitter, Morales llamó a "cuidar la paz y no caer en la violencia de grupos que buscan destruir el Estado de Derecho" y agregó: "No podemos enfrentarnos entre hermanos bolivianos. Hago un llamado urgente a resolver cualquier diferencia con el diálogo y la concertación".

Ayer, adémás, el Congreso de Bolivia recibió las cartas de renuncia de Morales y del vicepresidente Alvaro García Linera, que serán tratatadas formalmente hoy a las 16 hrs., en una reunión extraordinaria de la Asamblea Legilsativa Plurinacional, convocada por la senadora Jeanine Áñez para dar curso a la sucesión presidencial.

Según la normativa boliviana, en ausencia del presidente y el vicepresidente, el jefe del Senado, Adriana Salvatierra, se haría cargo provisionalmente de conducir el país y, de no poder, debería hacerlo el titular de la Cámara de Diputados, Víctor Borda. Pero el domingo ambos dimitieron, como también el vicepresidente del Senado, Rubén Medinaceli, todos miembros del partido oficialista.

Siguiendo la cadena de sucesión constitucional, la principal opción sería Áñez (legisladora opositora por Unión Demócrata), que es la segunda presidenta del Senado y ya el domingo había expresado su disposición a asumir de manera transitoria. "Queremos la pacificación del país, de manera constitucional voy a asumir primeramente la presidencia del Senado. Esto será como el pueblo boliviano lo quiere, un tema simplemente de transición", sostuvo.

Evo camino a México

En este sentido, la Organización de Estados Americanos (OEA) solicitó una reunión "urgente" de la Asamblea Legislativa Plurinacional y rechazó "cualquier salida inconstitucional" a la crisis política y social que atraviesa el país sudamericano "La Secretaría General solicita que en forma urgente se reúna la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia a los efectos de asegurar el funcionamiento institucional y nombrar nuevas autoridades electorales que garanticen un nuevo proceso electoral", reclamó.

No obstante, en el mismo comunicado la OEA destacó que "es mportante que la justicia continúe invetsigando las responsabilidades existentes respecto a la comisión de delitos vinculados al proceso electoral celecrado el 20 de octubre, hasta las últimas consecuencias".

De su parte, el líder opositor Carlos Mesa, negó ayer ante la prensa extranjera que haya habido un golpe de Estado, dijo que las FFAA no presionaron a Morales para que dimitiera y apeló al "patriotrismo" del MAS para resolver la acefalía. Y mientras se desataban nuevos enfrentamientos, Morales reapareció en Twitter, ya que su paradero es desconocido, y acusó a Mesa de inaugurar "su golpe de Estado con represión para causar muertos y heridos en La Paz y El Alto".

"Desmentimos categóricamente, no hubo golpe de Estado en Bolivia. No hay ningún elemento que permita considerar que se ha producido un golpe de Estado", afirmó el ex candidato presidencial de la plataforma opositora Comunidad Ciudadana.

Mesa sostuvo que "el conjunto de las acciones" que propiciaron la dimisión de Morales "fue protagonizado por el pueblo boliviano, movilizado de manera clara e inequívoca, pacífica y democrática, durante 21 días". En su opinión, se trató de acciones legítimas ante "la decisión (de Morales) de llevar adelante un fraude gigantesco". "Le dio la espalda al pueblo boliviano el 21 de febrero de 2016", al desconocer el referéndum que rechazó la reelección indefinida, y "le dio la espalda al pueblo boliviano el 20 de octubre".

El ex presidente y ex vicepresidente ha subrayado que el "demoledor" informe de la OEA "ha ratificado que Bolivia vivió un fraude protagonizado por Evo Morales".

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