El transporte paralizará a Francia como protesta contra reforma previsional

El ministro del Interior dispuso el despliegue de miles de efectivos policiales en todo el país y prevé que en París haya grandes disturbios con agitadores infiltrados  

La huelga convocada para mañana en Francia contra la reforma previsional que promueve el presidente Emmanuel Macron amenaza con paralizar al país, con trastornos en el transporte y cierre de instituciones culturales, mientras  el Ministerio del Interior confirmó que desplegará "varios miles de oficiales de policía" a nivel nacional.

Hay un alto riesgo de disturbios durante las protestas planificadas contra la reforma, citó Xinhua al ministro del Interior, Christophe Castaner. "Habrá una movilización muy importante. También habrá riesgos que tenemos que enfrentar. Solicito, en caso de desorden, disturbios o violencia, arrestar (a los alborotadores) sistemática e inmediatamente", dijo Castaner al canal BFMTV.

Los sindicatos argumentan que esa reforma previsional obligará en términos reales a las personas a trabajar más tiempo, en particular a los trabajadores del sector público que ahora tienen permitido retirarse antes debido a las difíciles condiciones de trabajo.

Los intentos de reforma previos en las décadas pasadas fracasaron debido a que los sindicatos protestaron con huelgas de gran escala, algunas veces paralizando al país.

El Ejecutivo quiere sustituir los 42 regímenes actuales por un sistema por puntos en el que cada euro cotizado dé los mismos derechos al alcanzar la jubilación.

Acabaría así con los beneficios de los que gozan la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) o la entidad del transporte metropolitano de París RATP, que pueden retirarse a partir de los 52 a 57 años, según las categorías, frente a los 62 años del resto.

Por eso se espera una paralización masiva en el transporte: solo circularán uno de cada diez trenes de alta velocidad TGV, de los cercanías de París y de los largo recorrido Intercités, y uno de cada cinco regionales (TER), mientras que el tráfico internacional se verá "muy perturbado", según la SNCF.

Las previsiones en el transporte aéreo no son más alentadoras: la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) recomendó a las aerolíneas suprimir el 20% de los trayectos con origen o destino en Francia, aunque en realidad el porcentaje final será mucho más elevado.

Air France ha tenido que cancelar el 30% de su programa habitual y no descarta tener que suprimir una parte adicional sobre la marcha. Los sobrevuelos del espacio aéreo francés, al menos de forma directa, no deberían verse afectados porque los controladores deben darles prioridad.

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