El drama de los refugiados y la foto que conmueve al mundo

Por trabajar en la sección internacional, todos los días, permanentemente, recorro lo que acá llamamos el "Archivo de fotos" viendo las imágenes de los temas del día. He visto en estos años miles de fotos de dramas alrededor de todo el mundo: guerras, tsunamis, inundaciones, atentados.

Pero de golpe irrumpe una foto de Reuters; una que detiene el tiempo. Que marca un antes y después.
La imagen en cuestión muestra a un niño sirio de tres años que yace varado, muerto, en la costa de una playa turística de Bodrum, Turquía, y un guardia civil a su lado. Por su crudeza, condensa como ninguna otra la tragedia humana (real) de los miles de refugiados que día a día, hora tras hora, se lanzan en pateras miserables al sueño/milagro de llegar a las costas europeas.

¿Por qué esta foto interpela? ¿Por qué ésta y no otra fue la imagen que ayer, en cada reunión de tapa de los medios de todo el mundo, disparó el eterno debate periodístico sobre si publicarla o no publicarla?
Personalmente lo primero que pensé cuando la ví fue: "Podría ser un hijo mío" (tengo tres). Fue como un puñal.

Será, sin dudas, "la" foto del año; la que simbolizará como aquella de la niña desnuda gritando mientras huye de una aldea vietnamita en llamas la crisis de refugiados que enfrenta Europa y que Merkel, medios y compañía insisten en llamar crisis inmigratoria, cuando en realidad se trata de personas obligadas a escapar con lo puesto de sus países de orígenes, aquejados de guerras, persecución y conflictos. La foto, también, del fracaso de Europa. (¿Si esto no hace reaccionar a Europa qué lo hará?, se preguntaba ayer The Independent). Personalmente creo que publicarla tiene sentido en tanto contribuya a habilitar el debate sobre las profundas causas y responsables de este drama humanitario. Sólo por dar un dato: el 90% de las armas que se están usando en la guerra civil siria provienen de miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, especialmente Rusia y Estados Unidos.

Comparto algunas preguntas que ayer nos hacíamos con un colega: ¿Hay que publicarla porque es "la realidad" misma?

¿Mueve la aguja de algo? ¿O sólo sirve para alimentar el morbo y los clicks en la web?

¿Qué pasaría si el niño en cuestión fuera, por ejemplo, africano? ¿No se corre el riesgo de simplificar con una imagen una realidad más compleja y esquivar reflexiones más profundas?

El niño aparentemente tenía tres años y viajaba junto a dos hermanos y su madre en uno de los dos barcos que se hundieron ayer en pleno Mar Egeo sin poder alcanzar la isla griega de Kos. Fueron 17 los muertos.
Es la foto que conmueve al mundo y avergüenza a Europa. A una Europa que no está (como se dice) preocupada por los refugiados, sino exclusivamente por ella misma.

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