EE.UU. permite demandar a compañías por bienes expropiados en Cuba

Por primera vez en la historia, EE.UU. anunció la activación de una medida que permitirá reclamar, ante cortes estadounidenses, propiedades expropiadas por la Revolución cubana.

a entrada en vigor del Título III de la ley Helms-Burton permitirá reclamar en los tribunales propiedades nacionalizadas por el régimen cubano y demandar por daños a compañías extranjeras que han invertido en bienes comerciales expropiados en la isla.

El gobierno de Estados Unidos dispuso hoy un cambio de política respecto a Cuba que abrirá la puerta a demandas en cortes estadounidenses contra empresas de todo el mundo que supuestamente se hayan beneficiado de propiedades en Cuba que eran suyas o de su familia antes de la Revolución cubana.

"La Administración de (Donald) Trump no suspenderá más el título III (de la ley Helms-Burton), una decisión que entrará en vigor el 2 de mayo", indicó el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo.

Es la primera vez que un Gobierno de EE.UU. activa los Títulos III y IV de la ley Helms-Burton, que habían sido suspendidos por todos los presidentes desde la aprobación de la norma, en 1996, debido a la presión europea.

El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, rechazó "enérgicamente" la decisión estadounidense que calificó de un "ataque al Derecho Internacional y a la soberanía de Cuba y de terceros Estados. Agresiva escalada de EE.UU. contra Cuba fracasará", tuiteó.

Rechazo enérgicamente anuncio del Sec. de Estado Pompeo de activación del Título III de la Ley Helms-Burton. Es un ataque al Derecho Internacional y a la soberanía de #Cuba y de terceros Estados. Agresiva escalada de #EEUU contra #Cuba fracasará. Como en Girón, venceremos.

— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) 17 de abril de 2019


El título III de la Ley Helms-Burton se creó para permitir que los estadounidenses, incluidos los cubanos naturalizados, pudieran demandar ante tribunales de EE.UU. a las compañías que supuestamente se estaban beneficiando de propiedades en Cuba que eran suyas antes de la Revolución liderada por Fidel Castro en 1959.

Cuando se aprobó esa ley en 1996, el bloque europeo y otros países con intereses empresariales en la isla se opusieron ferozmente porque temían que sus compañías fueran demandadas en EE.UU. y, por ello, la Unión Europea denunció a Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La UE suspendió el procedimiento contra EE.UU. en mayo de 1998 tras alcanzar un pacto político con el entonces presidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001), que se comprometió a congelar cada seis meses la activación de esas medidas.

Desde entonces, todos los presidentes estadounidenses mantuvieron la suspensión del Título III hasta que Trump amenazó con activarlo este año dentro del recrudecimiento de su política hacia Cuba, en un intento por aumentar las presiones contra la isla.

Entretanto, el Título IV restringe la entrada a EE.UU. de quienes hayan confiscado propiedades de estadounidenses en Cuba o que hayan comerciado con esas propiedades. 

Según el exiliado y activista cubano Orlando Gutiérrez, presidente del Directorio Democrático Cubano y directivo de la Asamblea de la Resistencia, entre las simbólicas propiedades y empresas que fueron expropiadas y que estadounidenses y cubanos nacionalizados podrían reclamar ante las cortes de EE.UU. figuran:

  • el Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana y la aerolínea Cubana de Aviación
  •  el muelle de cruceros en el Puerto de La Habana, donde atracan actualmente los cruceros turísticos
  • el Puerto De Santiago de Cuba, el segundo más importante de la isla
  • la paradisíaca playa de El Salado, situada al oeste de La Habana
  • las playas de Gibara y Yaraguanal, situadas en la provincia de Holguín, que cuentan con una amplia oferta hotelera 
  • la zona especial de desarrollo del Mariel, el proyecto estrella de Cuba para atraer inversión extranjeras, que se realiza en terrenos nacionalizados
  • el hotel de cinco estrellas plus Manzana Kempinski, gestionado por la cadena suiza Kempinski y ubicado en un lugar privilegiado de La Habana Vieja

De su parte, Pompeo argumentó que el "comportamiento de Cuba en Latinoamérica socava la seguridad y estabilidad de los países en la región" y puso de ejemplo el apoyo que supuestamente la inteligencia cubana está prestando al gobernante venezolano, Nicolás Maduro, sujeto a una campaña de presión por parte de Estados Unidos.

Los presidentes de Cuba y Venezuela


La decisión promete inflamar las tensiones con la UE, cuya alta representante para la Política Exterior, Federica Mogherini, advirtió este mes en una carta a Pompeo que el bloque podría demandar a EE.UU. ante la OMC si Washington implementaba esa medida.

En un estudio publicado en 1996, el Departamento de Estado estimó que la activación del título III permitiría que se interpusieran entre 75.000 y 200.000 demandas ante cortes estadounidenses. 
 

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