EE.UU. confirma que le aumentará de 10% a 25% los aranceles a China

El Registro Federal indica que a partir del viernes, EE.UU. incrementará los aranceles a China, tal como advirtió el presidente Donald Trump en sus tuits del domingo pasado. Igualmente se realizará mañana una nueva ronda de negociación en Washington con la delegación china.

En un documento que el Registro Federal publicará oficialmente mañana, ese diario oficial reportó que los Estados Unidos  aumentará aranceles a productos chinos a partir de este viernes, de un 10% a 25%.

El diario confirma así el rotundo cambio en las negociaciones que hace 10 meses mantienen las delegaciones de China y Estados Unidos para destrabar su guerra comercial -con sucesivos aumentos mutuos de aranceles- mientras que hace apenas un mes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, predecía un acuerdo inminente.

“De acuerdo con la dirección del presidente, el representante comercial (Robert Lighthizer) ha determinado modificar la acción que se está tomando en esta investigación de la Sección 301 al incrementar la tasa de arancel adicional de 10% a 25% para los productos de China cubiertos por la acción de septiembre de 2018 en esta investigación". La medida afectará a productos chinos por valor de u$s 200.000.

El Registro Federal también aclara que algunos productos quedarán eximidos del incremento arancelario. "El representante comercial ha determinado además establecer un proceso por el cual las personas interesadas puedan solicitar que los productos particulares clasificados dentro de un subtítulo arancelario cubierto por la acción de septiembre de 2018 sean excluidos de aranceles adicionales".

El pasado domingo Trump advirtió que este viernes su país aumentaría nuevamente los aranceles a productos chinos por valor de u$s 200.000, porque las negociaciones marchan "demasiado lentas". Las consecuencias se sienten en los mercados internacionales desde el lunes.

Mientras que hoy, el mandatario se manifestó "contento con la idea de que más de 100.000 millones de dólares al año en aranceles vayan a llenar las arcas estadounidenses". 

 

....Guess what, that’s not going to happen! China has just informed us that they (Vice-Premier) are now coming to the U.S. to make a deal. We’ll see, but I am very happy with over $100 Billion a year in Tariffs filling U.S. coffers...great for U.S., not good for China!

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 8 de mayo de 2019
 
Trump también involucró a los demócratas en el tema, y confirmó que el viceprimer ministro, Liu He, estará en Washington -mañana y pasado- para buscar una solución.
 

The reason for the China pullback & attempted renegotiation of the Trade Deal is the sincere HOPE that they will be able to “negotiate with Joe Biden or one of the very weak Democrats, and thereby continue to ripoff the United States (($500 Billion a year)) for years to come....

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 8 de mayo de 2019


"La razón de la marcha atrás y el intento de renegociación del Acuerdo Comercial es la sincera esperanza de que serán capaces de negociar con Joe Biden o uno de los muy débiles demócratas, y así continuar estafando a EE.UU. (u$s 500.000 millones al año) en el futuro", agregó.

"Pero saben qué, ¡eso no va a ocurrir! China acaba de informarme que ellos (el viceprimer ministro) están de camino a EE.UU. para alcanzar un acuerdo", agregó.

Ayer, el Washington Post había citado a Lighthizer diciendo que China se había echado atrás de varios compromisos ya asumidos en las rondas de negociaciones, algo que había causado la irritación de la parte estadounidense y los consecuentes tuits de Trump.

En todo caso, mañana y pasado Liu mantendrá reuniones con el jefe negociador estadounidense, que es el representante comercial Lighthizer, así como con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

Trump advirtió a fin de 2018 que, si no alcanzaba un acuerdo con China antes del 1 de marzo, elevaría del 10% actual al 25% los aranceles que aplica a las importaciones chinas por valor de u$s 200.000 millones. Sin embargo, finalmente optó por prorrogar este plazo para dar margen a las negociaciones en marcha.

Desde diciembre, Pekín ha adoptado medidas de buena voluntad, como la bajada de aranceles a los vehículos importados de EE.UU., la reanudación de la compra de soja o la presentación de un proyecto de ley para prohibir la transferencia forzada de tecnología.

Pero, como condición para no recrudecer sus aranceles a China, que afectan desde textiles y alimentos hasta a combustibles, Washington quería también que Pekín se comprometiera a cambios estructurales en su economía.

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