Cumbre del Clima: Aún sin acuerdo a la vista


“Las monedas están en el aire . Mejores palabras parece ser difícil encontrar para definir el actual estado de la situación en la 21ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). En el día que se había fijado para la publicación del nuevo acuerdo climático global, los 195 países que -por este motivo- se reúnen en París parecen lejos de lograrlo.

Anoche se publicó un nuevo borrador del texto, que algunos expertos catalogan como el mejor documento que se podría haber alcanzado en esta etapa. Los avances que contiene son notorios, pero también lo son las áreas en que aún falta trabajar.

Entre los aspectos destacables del nuevo documento (que aún está sujeto a modificaciones) se encuentra la fijación de “muy debajo de 2°C como nivel máximo del aumento de la temperatura promedio global, observando que se harán esfuerzos para limitarlo a 1,5°C. Asimismo, se incluye la elaboración, en 2018, de un informe técnico por parte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) sobre los impactos de un calentamiento de 1,5°C por encima de los niveles pre-industriales y los caminos de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionados. 

Por otra parte, se plantea un mecanismo de revisión a partir de 2019 que puede implicar un refuerzo de la ambición de las medidas con que cada país combatirá el cambio climático a partir de 2020.

Las delegaciones se mantuvieron en vela durante toda la noche, continuando las negociaciones (hasta las 6 de esta mañana) para hacer los ajustes que permitan contar, lo antes posible, con un acuerdo final. Este, según las últimas declaraciones de Laurent Fabius, ministro francés de Relaciones Exteriores y presidente de esta COP, debería estar publicado mañana a las 14hs (10hs en la Argentina), casi un día después del horario originalmente pautado.

Los temas más ríspidos del debate continúan siendo diferenciación, financiación, y daños y pérdidas. Es allí dónde los países se muestran más reacios a ceder posiciones y alcanzar compromisos. En este sentido, Arabia Saudita continúa siendo el jugador más duro para negociar. La Argentina, en cambio, parece haber cambiado su rol en París, dado que ahora se la reconoce más como un facilitador que bloqueador del proceso, y con una posición más firme no solo en vías de que se concrete el esperado acuerdo, sino también de que este sea lo más ambicioso posible.

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